No es la primera obra que reseño de Benjanun Sriduangkaew y espero que no sea la última, pero si que es la obra más asequible de esta autora que he leído hasta ahora y eso es algo que se agradece. No porque no me guste la prosa compleja y preciosista que muestra en muchas de sus publicaciones, si no porque con And Shall Machines Surrender muestra un dominio del lenguaje que lo hace más accesible sin dejar de maravillar al lector.
Algunos de los temas que se tratan en este libro son recurrentes en la trayectoria de la autora, como ciertos toques cyberpunk o la relación de los humanos con las inteligencias artificiales. Tampoco faltan las escenas de sexo lésbico muy explícito, aunque es algo que ya vimos en Winterglass, aquí suben de nivel.
El escenario en que se desarrolla la historia es maravilloso. Shenzen, es una esfera de Dyson utópica donde todas las inteligencias artificiales se han retirado a vivir, tras dejar la unión que compartían con sus compañeros humanos. Pero en Shenzen también hay humanos viviendo y las políticas de inmigración son bastante restrictivas. Quizá las figuras más llamativas son los haruspices, seres humanos elevados que darán cobijo a inteligencias artificiales con las que compartirán su cuerpo mejorado y el control de sus acciones. Precisamente la existencia de los haruspices puede llegar a dar lugar a conflicto en este paraíso, ya que no todas las peticiones para acceder a esta posición pueden ser aceptadas.
Las intrigas políticas surgen por doquier y tienen una importancia relevante en la narración, pero también hay algunas escenas de acción y lucha que me han llegado a sorprender pues es algo que no relacionaba con la autora. Y sin embargo, estos enfrentamientos están narrados de una forma muy cinética y atractiva.
Recomiendo And Shall Machines Surrender como puerta de entrada para la obra de Benjanun Sriduangkaew, porque se ven muchas de las características más habituales de sus libros pero resulta más fácil que otras obras suyas.