Abrumador. Éste es el calificativo que me viene a la cabeza tras finalizar Echopraxia. Durante la lectura me he sentido superada por momentos, el caudal de ideas y de conocimiento que se me venía encima supera la capacidad de cualquiera. Más de una vez he tenido que dar por concluida la sesión de lectura para dedicarme a buscar términos y referencias científicas para entender lo que Watts decía.
Echopraxia es una suerte de continuación de Blindsight, una obra que ya me dejó estupefacta en su momento (la leí en español y es muy de agradecer la estupenda labor realizada por Manuel de los Reyes para acercarnos esta novela nominada, entre otros premios, al Hugo).
Si Nexus nos ofrecía una visión optimista sobre el transhumanismo, Watts nos muestra la otra cara de la moneda: las mejoras pueden dar lugar a que dejemos de ser humanos para ser otra cosa.
A la presencia de vampiros traídos del Pleistoceno por sus capacidades computacionales (a pesar de sus instintos predatorios) que ya conocimos en la anterior novela, se unen los zombies cuyas únicas reacciones se basan en tres respuestas básicas fight/flight/fuck. Los denominados “humanos base” son una especie en extinción. Quizá el grupo más llamativo de los que nos muestra el autor son los Bicamerals, una orden religiosa que forma una mente colmena y que a través de su contacto con Dios consiguen avances sorprendentes en sus conocimientos científicos.
No me he equivocado en la frase anterior, gran parte de lo que se expone en el libro trata sobre la existencia de Dios, no como un ente superior si no como un proceso, o incluso un virus.
El narrador de la historias es Daniel Brück, un biólogo sin mejoras que se ve envuelto en un viaje sin un destino claro, con la supervivencia como único objetivo. Pero la pregunta de fondo sería, ¿la supervivencia de quién? La trama no deja de ser una excusa para que el escritor canadiense exponga sus ideas sobre temas tan interesantes como Dios, el futuro de la humanidad, algo de exploración espacial, el transhumanismo y más. Es por estos temas que la lectura debe ser pausada y tranquila, yo incluso diría que con una segunda lectura el libro ganaría mucho.
Exigente, sin duda, pero también gratificante.
Hombre Aunque puedo leerla en inglés aún así cuesta acostumbrarse a algunos términos así que no sabes si ya la habrá traducido y donde se puede comprar.
Hola,
pues no tiene visos de que se vaya a traducir. Puedes probar con Visión Ciega, del mismo autor y en español en Bibliopolis.
Gracias Visión ciega ya la termine primero la leí en inglés y luego conseguí la versión en español, será entonces leerla con paciencia Echopraxia mientras término a la vez Ilion de Dan Simmons
Ilion es entretenida, pero peor que Hyperion.