El espionaje y las escuchas están al orden del día, algo que me ha servido de inspiración para pensar en las novelas de ciencia ficción o fantasía que giran en torno a este tema.
Sin duda, los ejemplos más significativos en los dos géneros son dos de mi obras favoritas, “Criptonomicón” en ciencia ficción y “Declara” en fantasía.
El libro de Stephenson reúne varias tramas, pero la que está situada en la Segunda Guerra Mundial es especialmente adecuada para el propósito de este artículo, ya que están tratando de romper los códigos de comunicaciones del Eje.
“Declara” está íntimamente ligado con el espionaje durante la Guerra Fría, ya que la historia se desarrolla alrededor de la vida de Kim Philby, conocido cabecilla del llamado círculo de Cambridge, pero con la maestría habitual de Powers para mezclar realidad y elementos fantásticos. Mi novela favorita del californiano y eso es mucho decir si es uno de tus autores preferidos.
También relacionado con el espionaje y la Segunda Guerra Mundial está Ian Tregillis con su novela “Bitter Seeds”, aunque quizá se podría encuadra más en el marco superheroico y mágico. Los superhombres alemanes se enfrentan a los magos ingleses, que pertenecen a la división de inteligencia del Reino Unido . La segunda parte, “The Coldest War”, transcurre durante la Guerra Fría, como “Declara”, pero no la he leído.
Una unidad dedicada especialmente al espionaje y labores de inteligencia es Circunstancias Especiales, de la Cultura de Banks. Aparecen prácticamente en todos los libros de la serie, por lo que me resulta difícil elegir alguno de ellos como representante específico. Quizá sería más fácil decir que las novelas en las que menos aparece el espionaje, que serían “Inversiones” y “Excesión”, a falta de leer “The Hydrogen Sonata” (los nominables a los Premios Hugo me persiguen).
También aparecen la infiltración y los quintacolumnistas en las monumentales “La estrella de Pandora” y “Judas desencadenado”. En este caso, hay tantas traiciones dentro de traiciones y peleas entre grupos de poder que manejan información de otros grupos que es difícil seguirles la pista.
Una novela que no he leído, pero de la que Tim Powers hace una gran apreciación es “Who?” de Algis Budrys, un clásico de los 50 sobre suplantación de identidades que ha escalado varios puestos en mi lista de intereses.
Entre las próximas novedades, destaca “Etiquette & Espionage”, que no sé si me da miedo o me llama la atención, porque puede ser interesante o un completo fracaso. También está “Strings on a Shadow Puppet”, que parece llamativa.
Como siempre, en los comentarios podéis decirme si se me ha olvidado alguna novela.
Me apunto varias para futuras lecturas: Declara la tengo pendiente desde hace ya demasiado tiempo y las dos últimas que mencionas tienen muy buena pinta.
Y, definitivamente, tienes que leer la serie de Bob Howard de Charles Stross.
Espero que te guste Declara, a mí me encantó. Le he pedido un eARC al de Shadow Puppet, por si suena la flauta.
¿Tú es que tienes comisión en Amazon? ¿O algún cambalache con Charles Stross?
Más quisiera yo… 🙁
Sería cuestión de hablarlo con ellos, porque por lo menos mis compras te las deberían apuntar. ¿Cómo va la campaña Cixin Liu for vicepresident?
Léete The Coldest War de Tregillis, que también está muy guapo (disclaimer: lo sé porque lo he traducido yo; creo que el primero sale en marzo).
¿Ha sido difícil la traducción? Lo digo por el “vocabulario” mágico y las pizcas de alemán, por ejemplo.
No por los aspectos que comentas, ya que comparte buena parte del glosario con el primer volumen. Eso sí, en el segundo se vuelve algo más frecuente un tercer idioma, por motivos evidentes. Sobre todo, las complicaciones venían de que es una guerra fría alternativa que comparte algunos rasgos con la de nuestro mundo (sin espoilear nada, se nombran proyectos secretos reales, astronautas y a una tal lady Spencer, por ejemplo) y de mantener características del texto original: ritmo, tono, forma de hablar de los personajes, espectacularidad en las escenas de acción… Pero oye, sarna con gusto, ya sabes 🙂
Otro que sube puestos en la pila. ¿Vamos a tener que aprender a leer en cirílico?
Naaaa, dos palabrejas de nada 🙂