Me gustan las reinterpretaciones de la mitología clásica y no tan clásica en clave de ciencia ficción o fantasía, ya que se mezclan dos temas que son de mi agrado, utilizando referencias a nuestra historia más antigua para contar nuevas vivencias.
Sin duda la primera obra considerada de ciencia ficción que toma elementos de mitología es Frankenstein, no hay más que fijarse en su subtítulo, El moderno Prometeo.
La base más habitual de la que se suele partir es la mitología griega, por ser acervo común de la cultura occidental, que da lugar a la mayoría de las obras que he leído. Se pueden citar varios ejemplos de este tipo de influencia, como la recreación de la guerra de Troya que Dan Simmons lleva a cabo en “Ilión” y “Olympo” y en un sentido muy parecido, los libros finales de Tramórea de Javier Negrete, “El sueño de los dioses” y “El corazón de Tramórea”. De hecho, el español debutó en la novela larga con “La mirada de las furias”, también claramente deudora de los mitos griegos. Otra referencia entre muchas a estos mitos es el protagonista de la difícil pero interesantísima trilogía La edad de oro de John C. Wright que se llama Faetón, en clara referencia al hijo de Helios como estrella caída.
De una forma más sutil, aparecen referencias a los mitos griegos en esa obra maestra que es “Tú, el inmortal” de Roger Zelazny. Este autor es posiblemente el que más mitologías diferentes ha utilizado en sus novelas, ya que aparte de la griega, otras tradiciones mitológicas en las que se ha basado son la hindú en “El señor de la luz”, la nórdica en “The mask of Loki”, la egipcia en “Creatures of light and darkness” y alguna otra que sin duda me dejo en el tintero.
Puede parecer sorprendente, pero también hay bastante literatura que menciona unos mitos mucho más modernos, como lo son las leyendas americanas que se mencionan en la trilogía de Marte de Kim Stanley Robinson o que son la base de los libros de Alvin Maker de Orson Scott Card. No he leído “American Gods” de Neil Gaiman, pero según los comentarios es una compilación de todos los mitos que se te puedan ocurrir.
Alejándonos del canon occidental, en próximas fechas se va a publicar en España la Trilogía de Obsidiana de Aliette de Bodard, que utiliza la mitología azteca. Esta serie de libros los espero con impaciencia, ya que lo que he leído de Aliette me ha parecido magnífico y tengo curiosidad por saber cómo se ha manejado con una cultura distinta a la suya.
Mención aparte merecerían los mitos artúricos, que se han utilizado una y mil veces como fuente de inspiración para la fantasía moderna y no tan moderna. Como ejemplos, basta señalar “El tapiz de Fionavar” de Guy Gavriel Kay o “The once and future king” de T.H. White o, de forma más tangencial, “Last call” de Tim Powers. Estos mitos se pueden considerar enraizados en los celtas y quizá el mayor exponente de estas leyendas sea “Bosque Mitago” de Robert Holdstock, pero se podría decir que gran parte de la fantasía occidental que no es heredera espiritual de Tolkien lo es de los mitos celtas. Y si no, de los mitos eslavos, también algo desconocidos por estos lares pero que un gran escritor como es Andrzej Sapkowski nos presenta en los excelentes libros de Geralt de Rivia.
Como en otras ocasiones, tenéis los comentarios para recordarme algún título que os parezca interesante y que no haya mencionado.