Alix E. Harrow ya conquistó nuestros corazones con The Ten Thousands Doors of January, que por cierto saldrá en español en enero del año que viene con traducción de David Tejera, así que había muchas expectativas con The Once and Future Witches.
Nos encontramos ante un libro largo pero que no se hace pesado y con un tono reivindicativo constante, exponiendo muchas de las injusticias a las que se vieron y se ven sometidas las mujeres solo por el hecho de serlo. La forma en que lo presenta la autora, la consecución del poder de la magia para poder defenderse y ser tratadas de forma justa por la sociedad, es un paralelismo claro con la lucha obrera para la obtención de derechos laborales y la tarea de las sufragistas.
En su anterior libro, Harrow nos dejaba entrever algunos de los mundos a los que podía acceder January y en este tenemos también pequeños relatos entre las secciones de la trama principal, dándonos un descanso de esta historia y aportando información que será de vital importancia en su desarrollo. Hay muchos capítulos que comienzan con una rima infantil o una canción de cuna, el método utilizado para transmitir la sabiduría entre madres e hijas, en un homenaje en toda regla a la tradición oral.
Lo cierto es que la autora no da puntada sin hilo y nos habla tanto de las injusticias sociales, como de racismo, de la violencia física o psíquica, las encorsetadas reglas de la sociedad en cuanto a las relaciones personales y un largo etcétera de reclamaciones que son perfectamente identificables en el mundo actual, solo que al estar trasladadas al pasado permiten una reflexión menos hiriente.
Las tres protagonistas de la historia están exquisitamente definidas, cada una con sus fortalezas y debilidades, cada una con sentimientos de haber sido traicionadas en el pasado por sus hermanas pero aún con esa unión intangible de la familia. Son personajes apasionados, como el propio libro es apasionado y que tienen fuerza de voluntad para enfrentarse a la sociedad para conseguir mejorarla, aunque sea a golpe de hechizo.
El libro también tiene sus defectos. Me resulta cansado que cada dos o tres páginas aparezcan la frase words and ways para referirse a la forma de hacer los conjuros, entiendo que está repetición es algo buscado, como el uso reiterado de witches, witchy y cualquier otro derivado que se os ocurra. Pero en una novela de esta longitud, acaba llamando la atención más en el aspecto negativo que en el positivo.
Sin embargo hay otros detalles que me encantan. Cambiar el género a los escritores de cuentos infantiles para que se vea que era otra forma de transmitir la sabiduría de las brujas, la búsqueda incansable en la biblioteca para obtener nuevos resquicios de información, la visita al viejo Salem y al museo de curiosidades de las brujas e incluso el desarrollo de la historia de Gideon Hill, con algunos giros muy interesantes.
No me cabe duda de que The Once and Future Witches es una novela que dará que hablar en los próximos meses y no me extrañaría nada verla en las listas de nominadas a los premios del año que viene.
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