Debido a la extensión de la reseña, he tenido que dividirla. Aquí comento los cinco primeros relatos.
Encontrarte con una novella que en apenas 45 páginas te ofrece condensadas más ideas especulativas que en muchos tochos de 1000 páginas es algo que solo te puede ofrecer un autor como Liu Cixin.
La Tierra está condenada, ya que en un corto espacio de tiempo (en términos siderales) el Sol se expandirá violentamente hasta engullir los cuatro primeros planetas del sistema. La única solución para evitar la extinción es desplazar TODO el planeta Tierra en busca de una nueva estrella que nos de cobijo. Para ello se han creado los Earth Engines, gigantescos reactores que sacarán de órbita a la tierra en dirección a Alfa Centauri.
Y esto que he contado es solo el comienzo de la obra.
La narración es verdaderamente espectacular, está contada en primera persona y a través de los ojos del protagonista vemos las fases por las que va pasando la humanidad en su viaje a las estrellas. No deja de lado la evolución de la sociedad, como el vivir constantemente bajo la amenaza de la extinción hace que crezca el desapego y la lejanía entre las personas.
Una historia imprescindible.
¿Se puede unificar la ciencia ficción más hard y los sentimientos? La respuesta es sí y un claro ejemplo es este Mountain que nominé para los premios Hugo en su momento.
Feng Fan es un exmontañero que trabaja como geólogo marino en un exilio autoimpuesto por considerarse responsable de la muerte de sus compañeros en una subida al Everest. Pensó en suicidarse, pero el peor castigo es estar alejado de sus amadas montañas. Su situación en el barco, sin embargo, le pondrá en disposición de escalar la más alta montaña que jamás haya visto la Tierra
En esta novella de apenas 50 páginas Liu Cixin entremezcla de forma magistral una historia de primer contacto, de superación personal, de lucha por la supervivencia y de búsqueda de la siguiente frontera.
Es una lástima que no haya tenido más reconocimiento, quizá el origen chino del autor juege en su contra.
En el Cretáceo, las hormigas y los dinosauros establecen una relación simbiótica que les permite desarrollar dos civilizaciones paralelas. Los dinosaurios están divididos en dos grandes imperios antagonistas que amenazan a la Tierra con sus armas nucleares, mientras que la hormigas asisten impotentes a esta escalada bélica.
La parte hard del relato es magnífica, como acostumbra el autor. La parte biológica con las relaciones entre ambas especies en la que se sustenta la historia está bien también aunque resulte difícil imaginar cómo se llega a establecer ésta.
Lo que más me ha gustado de la historia son los paralelismos que podemos ver con la Guerra Fría o con la situación actual en el mundo con algunos de los países con acceso a armas nucleares, esperemos que sirva como aviso y no como presagio.
Este relato, contado desde la perspectiva de una persona de humilde extracción que gracias a su trabajo alcanza las más altas cotas.
Ah Quan abandona su hogar en un pueblo perdido de China en busca de trabajo. En su periplo hacia la gran ciudad conoce a un físico que ha desarrollado un extraordinario material moldeable capaz de reaccionar a una pequeña corriente eléctrica ganando rigidez y actuando como una célula solar. A pesar de lo novedoso del invento, el creador vive prácticamente en la indigencia y es gracias a la generosidad de Ah Quan que subsiste.
Por otra parte, para conseguir alterar la climatología de China, se opta por la creación de un sol artificial que refleje la luz del Sol sobre las zonas que se determinan para crear lluvia. ¿Cuál podría ser el material adecuado para esta creación?
Me gusta la aparición estelar de Stephen Hawking y sobre todo el canto a la exploración y a la búsqueda de lo desconocido que es el leitmotiv del relato.
Este relato está íntimamente relacionado con Taking care of Gods, que se reseñará más adelante.
Liu Cixin mezcla tres historias aparentemente inconexas pero brillantes cada una en su parcela. Mr. Smoothbare es un profesional del asesinato. Mediante una serie de flashbacks llegamos a conocer su pasado y su formación en un instituto para asesinos. En el momento presente vemos qué extraña misión le han encargado, ya que debe procesar a tres indigentes por orden de las personas más ricas del mundo. Y por otra parte conocemos la historia de la Tierra Uno, el primero de los planetas donde los dioses alienígenas crearon vida humana.
Es impresionante el caudal de ideas que aparecen en pocas páginas y la ejecución de la historia. Quizá lo único que falla un poco es la parte en la que aparece Pumpkin, demasiado sensiblera.
4 respuestas a «The wandering Earth y otros relatos (I)»