Cubierta y sinopsis de Daughter of Crows

Aquí os traigo la cubierta y la sinopsis de Daughter of Crows, una nueva novela de Mark Lawrence que da inicio a la serie Kindly Ones. Ace lo publicará el 24 de marzo del año que viene y esta es la sinopsis:

Set a thief to catch a thief. Set a monster to punish monsters.

The Academy of Kindness exists to create agents of retribution, cast in the image of the Furies – The Kindly Ones – against whom even the gods hesitate to stand.

Each year one hundred girls are sold to the Academy. Ten years later only three emerge.

The Academy’s halls run with blood. The few who survive its decade-long nightmare have been forged on the sands of the Wound Garden. They have learned ancient secrets amid the necrotic fumes of the Bone Garden. They leave its gates as avatars of vengeance, bound to uphold the oldest of laws.

Only the most desperate would sell their child to the Kindnesses. But Rue … she sold herself. And now, a lifetime later, a long and bloody lifetime later, just as she has discovered peace, war has been brought to an old woman’s doorstep.

That was a mistake.

Mi traducción:

Pon a un ladrón a cazar a otro ladrón. Pon a un monstruo a castigar a otros monstruos.

La Academia de la Caridad existe para crear agentes de venganza, a imagen y semejanza de las Furias (las Caritativas) contra aquellos ante quienes incluso los dioses dudan en oponerse.

Cada año se venden cien niñas a la Academia. Diez años después, solo tres emergen.

Por los pasillos de la Academia corre la sangre. Las pocas supervivientes a una pesadilla de diez años se han forjado en las arenas del Jardín de las Heridas. Han aprendido antiguos secretos entre los humaredas necróticas del Jardín de los Huesos. Dejan atrás sus puertas como avatares de la venganza, juramentadas para cumplir la más antigua de las leyes.

Solo los más desesperados venderían a sus hijas a las Caritativas. Pero Rue… se vendió a sí misma. Y ahora, una vida después, una larga y sangrienta vida después, justo cuando ha descubierto la paz, la guerra llega a las puertas de una anciana.

Eso fue un error.

Esta es la cubierta:


 

Museum of Magic

Me gustó mucho conocer la obra de Beth Revis a través de su trilogía Chaotic Orbits pero tiene muchas más cosas publicadas. Así que, bicheando un poco por su bibliografía, vi que estaba disponible el audiolibro de Museum of Magic, una obra publicada originalmente al estilo Elige tu propia aventura, con un capítulo semanal que recibía votos de los fans para ver por dónde seguía la historia. Esto despertó mucho mi curiosidad así que decidí darle una oportunidad.

La narración de Jacci Prior se ajusta muy bien al tono ligero del libro, así que por esa parte no tengo ninguna consideración más. Ahora bien, la novela no fluye como debería o al menos no consigue captar mi atención lo suficiente. Esto es raro, porque tiene un marcado tinte folletinesco con pequeños cliffhangers al final de cada capítulo, en espera de lo que decidiera el público a continuación.

La protagonista es Emmi Castor, descendiente de una bruja en una ciudad cercana a Salem, donde regenta junto a su abuelo un museo de magia con memorabilia de su lejana antepasada. Emmi tiene muy claro que la magia no existe… hasta que Puck llega a su vida.

Museum of Magic es una novela de autodescubrimiento, casi de rito de madurez, pues el desconocimiento total del mundo mágico por parte de la protagonista da a la autora todas las posibilidades posibles y alguna más de explicar el mundo mágico y sus relaciones. No se siente como una sobrecarga de información, lo cual es de agradecer, pero tampoco parece que esté perfectamente entrelazado con la narración. Gracias a Puck, Emmi se verá envuelta en una aventura de viajes constantes en busca de su abuelo, para intentar volver a proteger el mundo mortal de la magia feérica. Ciertamente es un viaje un tanto alborotado, sobre todo el final es bastante abrupto y requiere la lectura de la continuación para tratar la obra como un todo.

La novela tiene cierto aire juvenil, aunque las referencias Shakespearianas y a Taron y el Caldero Mágico (supuestamente una oscura y desconocida película de los 80, ya ves lo desconocida que era que hasta tenía album de cromos en España) me llevan a dudar de que su público objetivo fuera exclusivamente el adolescente. No sé si leeré la continuación, depende de lo apretada que esté mi agenda.

Cubierta y sinopsis de Dreamland

Tor ha desvelado cuál será la cubierta de Dreamland, el nuevo libro de Olivie Black, que verá la luz el 18 de agosto del año que viene.

Esta es la sinopis:

The headlines are calling it the “summer of exsanguination” in LA—girls are being murdered, the Santa Ana winds are blowing a strange energy into the city, and all signs point to fire season.

More pressing for Anya Morris, though, is the drudgery of living at home, working part time at the family store, and contending with her mother’s disdain for the acting career Anya knows she’s destined for but that feels more impossible by the day.

It’s in this suffocating late summer heat that Anya receives a once-in-a-lifetime opportunity, an invitation to work for the de Witt family, one of LA’s most influential film dynasties. Soon, she’s spending her days and nights at their strange villa high in the Hollywood hills, where she meets Jude, a recluse who is both the family’s heir apparent and its most closely guarded secret.

There’s a magnetism to Jude that Anya cannot resist, despite warning signs that scream like sirens in the night. Because the villa holds generations of bloodstained history, and an occult family curse may even live within its walls—or within Jude himself.

In this city, everyone cuts a deal with the devil. When Anya comes face to face with a devil of her own, she’ll learn just how far she’s willing to go to get everything she’s ever wanted.

La traducción:

Los titulares lo llaman el “verano de la sangría” en Los Ángeles: asesinan a chicas, los vientos de Santa Ana traen una energía extraña a la ciudad y todo apunta a una temporada de incendios.

Sin embargo, para Anya Morris, lo más apremiante es la monotonía de vivir en casa, trabajar a tiempo parcial en la tienda familiar y lidiar con el desdén de su madre por la carrera de actriz a la que sabe que está destinada, pero que cada día se le hace más imposible.

En plena ola de calor de finales de verano, Anya recibe una oportunidad única en la vida: una invitación para trabajar con la familia de Witt, una de las dinastías cinematográficas más influyentes de Los Ángeles. Pronto, pasa sus días y noches en su extraña villa en lo alto de las colinas de Hollywood, donde conoce a Jude, un solitario que es a la vez el heredero aparente de la familia y su secreto mejor guardado.

Hay un magnetismo en Jude al que Anya no puede resistirse, a pesar de las señales de advertencia que resuenan como sirenas en la noche. Porque la villa guarda generaciones de historia sangrienta, y una maldición familiar oculta podría incluso residir entre sus muros, o dentro del propio Jude.

En esta ciudad, todos hacen un pacto con el diablo. Cuando Anya se enfrente a su propio demonio, descubrirá hasta dónde está dispuesta a llegar para conseguir todo lo que siempre ha deseado.

Esta es la cubierta:

Cinder House

O se han puesto de moda las casas encantadas o ya es mucha casualidad que varios de los últimos libros que he leído las tengan como protagonistas. Cinder House es un retelling de La Cenicienta, pero la verdad es que se sale de lo habitual. Freya Marske, que ya me convenció en su momento con la serie The Last Binding, se resarce de la decepción de Swordcrossed con una novela corta que mantiene la tensión durante sus 150 páginas y cambia una historia de sobras conocida.

Ella vivía junto con su padre, su madrastra y sus hermanastras, pero la mataron a los 16 años y desde entonces su fantasma habita la casa en la que murió, solo visible para su asesina y sus descendientes. Por si fuera poco, siente la compulsión de obedecer las órdenes relacionadas con el mantenimiento, por lo que sus días se repiten en un carrusel eterno de amenazas y dolor. Mientras explora cada rincón de la casa, un encuentro fortuito cambiará su relación con el exterior, donde conocerá al príncipe del baile que todos esperábamos.

Para volver a contar La Cenicienta hay que ser bastante osado si se quiere innovar y Marske lo consigue con un marcado tono gótico y ampliando la historia por lugares que no imaginábamos, como el pasado del príncipe o las capacidades maléficas de una de las hermanastras. Son estos añadidos los que permiten a la autora salirse del camino establecido, por lo que conforme va avanzando la lectura vamos descubriendo una historia distinta a la que esperábamos, sobre todo con un final más arriesgado y curioso que hace que merezca la pena la lectura.

Me ha parecido que Marske crea una analogía sobre las enfermedades crónicas y la falta de movilidad que conllevan algunas de estas enfermedades con su relato, lo que hace que Cinder House tenga más capas de las que yo le presuponía en un principio. Su relación con otros seres del folklore y los acuerdos a los que llega para conseguir algo más de libertad también recuerdan a los sacrificios necesarios para mejorar la calidad de vida de los enfermos. Creo que este tema está bastante bien explorado en la obra.

Corta y al pie, Cinder House puede ser ideal para la spooky season.

An Inheritance of Magic

Aunque Benedict Jacka tiene una larguísima serie ya publicada, la verdad es que yo ni siquiera había oído hablar de él hasta que An Inheritance of Magic se cruzó en mi camino, algo parecido a cuando leí por primera vez a Sebastian de Castell. Me he encontrado una novela de fantasía urbana bastante correcta que, si bien no destaca por ningún elemento en particular, sí que está escrita con oficio y entretiene, que ya es bastante para la fantasía actual.

El libro está narrado en su totalidad por Stephen Oakwood, un joven londinense que sobrevive a duras penas con un trabajo aburrido, mientras dedica su escaso tiempo libre a la magia, que aunque es real casi nadie sabe que existe, es un privilegio que las familias adineradas se guardan muy mucho de divulgar. El propio Stephen solo tiene el escaso conocimiento que su padre le pudo enseñar. Pronto se verá envuelto en una conspiración por el puesto de heredero de una de las poderosas casas que rigen el destino de la magia y, sin comerlo ni beberlo, su vida dará un giro de 180 grados.

Quizá lo más destacable del libro sea la voz del protagonista, muy creíble y compatible con un joven en busca de su propio destino. Por desgracia, aunque el sistema mágico (Drucraft) es bastante interesante, Jacka ha cargado demasiado las tintas en las explicaciones, de manera que algunos capítulos parecen un cursillo acelerado de CCC sobre magia y aledaños. Los infodumps son capaces de destruir cualquier ritmo que pueda alcanzar una novela y aquí abundan.

La construcción de los personajes que no son el protagonista también dejan algo que desear, los amigos de Stephen son indistinguibles los unos de los otros y los malos, pues imaginad, son malísimos, son la quintaesencia del mal. Un poquito de paleta de grises no le hubiera venido mal tampoco.

Como comienzo de una trilogía An Inheritance of Magic ofrece un sistema mágico atractivo sobre el que desarrollarse y un personaje con el que se puede empatizar, además de una mascota adorable. Esperemos que en las siguientes entregas el autor pueda pulir las rebabas que le he encontrado a este libro para ofrecer una obra algo más pulida y atractiva.

A House Between Sea and Sky

Beth Cato se va haciendo poquito a poquito un hueco en mis lecturas, después de la agradable sorpresa que fue A Thousand Recipes for Revenge, volví al ataque con A House Between Sea and Sky otra fantasía cozy muy distinta a la anterior, situada en los años 20 del siglo pasado en California.

La historia tiene dos puntos de vista, uno de ellos es el de Fayette Wynne, guionista de Hollywood que ha perdido recientemente al último miembro de su familia que seguía con vida y que decide tomarse un pequeño retiro mientras organiza su vida. La familia Wynne cuida desde tiempos inmemoriales una levadura mágica con la que puede hornear un pan reconstituyente, pero Fayette se siente traicionada por esta especie de hada madrina porque no fue capaz de curar a sus familiares. Y este personaje os ha sorprendido, más lo hará la otra voz que nos narra la historia, la de una casa encantada en el filo del acantilado del pueblo al que se retira Fayette.

No me cabe duda de que hay muchas fantasías sobre casas encantadas, más o menos violentas y terroríficas, pero la aproximación de Cato en este libro es menos convencional e incluso diría que dulce. Mezclando folklore ruso con los comienzos de la industria del cine hollywoodiense nos ofrece una fantasía de lectura agradable, casi sin antagonistas, con una historia de verdadera amistad entre un hombre y una mujer forjada en muy poco tiempo, pero que se fragua en la adversidad y es resistente a todas las pruebas.

No es menos cierto que la práctica ausencia de conflicto hace que el libro sea pausado y en ocasiones, lento. La narración de los dos actores del audiolibro, Hollis McCarthy y Pete Cross, contribuye a que este impedimento sea fácilmente soslayable, con una labor cálida y casi casi hogareña. De nuevo nos encontramos ante una fantasía de familia encontrada en contraposición con la familia natural, pero en este ocasión es la unión de ambas las que consigue los objetivos y la liberación de los personajes.

Mención especial merece la aparición estelar de una de mis escritoras favoritas de todos los tiempos, culpable en gran parte de mi afición a la lectura. A House Between Sea and Sky es un libro positivo y acogedor que nos hará pasar un buen rato.

Under the Eye of the Big Bird

Under the Eye of the Big Bird es la nueva novela de Hiromi Kawakami, que ya ha visto sus textos volcados a nuestro idioma en varias ocasiones, así que no es de extrañar que este libro acabe también en nuestras estanterías. De momento, no he encontrado información sobre su traducción al español, pero no es para nada descartable. La traducción al inglés es obra de Asa Yoneda.

Under the Eye of the Big Bird es un libro difícil de clasificar, compuesto a modo de collage por varios relatos de interés variable, que como obras individuales en su mayoría no se sostienen, pero que como visiones de un futuro distópico si que van enlazándose entre ellos para describir el mundo en el que la humanidad está desapareciendo.

El tono de la obra es tremendamente melancólico, pausado y filosófico. Comentaba mientras lo estaba leyendo que la ciencia ficción japonesa tiene ese punto extraño para el lector occidental que aunque resulta atractivo, al menos a mí me impide sumergirme totalmente en la lectura, aunque reconozco que tampoco he leído lo suficiente como para que esta generalización deje de ser un poco vacía.

Kawakami comienza la narración in media res, dejando a los propios medios del lector la interpretación de la información que va ofreciendo en cada historia. Esto obliga a un esfuerzo extra para hacernos una composición de lugar algo a lo que también contribuye los cambios de perspectiva, tono y personajes de cada relato. Under the Eye of the Big Bird es un puzle de catorce piezas que hemos de ir componiendo paso a paso y aún así es posible que el resultado final no quede del todo fijo.

Algo que me ha gustado especialmente es cómo ha unido el primer y último relato para cerrar el círculo de historias. Una obra para reflexionar.

Silvercloak

Silvercloak está publicada en español con traducción de Laura Steven.

Comencé a leer Silvercloak de una desconocida para mí L.K. Stevens, porque la sinopsis hablaba de magos infiltrados en una organización criminal y me pareció una idea muy original para aplicar en un mundo de fantasía. Algo parecido le sucedió a la protagonista de Extremity pero en ese caso la ambientación era de ciencia ficción.

El comienzo es bastante típico, con una niña testigo del asesinato de sus padres a manos de los Bloodmoons, una banda criminal. La niña, Saffron Killoran, dedicará su vida a prepararse para la venganza, decidiendo destinar sus peculiares características mágicas a entrar en los Silvercloak, la guardia civil mágica de este mundo fantástico. Los devenires de la vida harán que se tenga que infiltrar en la banda que destrozó su vida, en una operación tan secreta que toda su coartada pende de un hilo.

Stevens ha creado un sistema mágico muy atractivo donde el maná para los hechizos se consigue del placer o del dolor, un equilibrio hedonista-masoquista que le da muchísimo juego durante todo el libro y sospecho que a lo largo de toda la saga. Si bien las clases de magos no están exactamente definidas desde el principio del libro, si que hay una casta que desde el principio está perseguida hasta casi su extinción, los que pueden alterar el curso del tiempo, algo que tendrá importancia a lo largo del relato. Un pilar fundamental de la novela es este sistema, que la autora va explorando poco a poco, descubriéndoselo al lector.

Me hubiera gustado que la parte detectivesca, por llamarla de alguna manera, tuviera algo más de presencia en el libro, ya que se supone que los Silvercloaks son famosos por aplicar sus habilidades mágicas a la deducción y la resolución de crímenes. La prueba que afrontan al principio si tiene algo de esto, pero luego, nunca más se supo. Tiene algunas escenas bastante crueles, pero si estamos diciendo que el pozo de poder de donde manan las energías mágicas es el placer y el dolor, es de esperar que haya bastantes escenas tanto de lo uno, como de lo otro.

La parte que menos me ha gustado de Silvercloak es la del romance, pero no quiero decir que esté mal escrito, de hecho las escenas más eróticas son bastante atractivas. Mi problema es que tengo algo de sobredosis de romantasy, que ahora se lo encuentra una hasta en la sopa. Me resulta mucho más atractiva una buena conspiración, un plan secreto para dominar el mundo o una escaramuza que el vigésimo séptimo empotramiento de la semana.

Si bien es cierto que es la primera entrega de una saga, el libro cierra de un modo más o menos satisfactorio dejando margen para la continuación, que no sé para cuándo está prevista pero que aquí me tiene esperando.

Station Eternity

Aviso a navegantes, cualquier parecido que esperarais entre Station Eternity y Six Wakes NO EXISTE, no os hagáis ilusiones. Mientras que la novela finalista de premios tan prestigiosos como el Hugo, el Nébula y Philip K. Dick es un mecanismo de relojería imbuido en un misterio de habitación cerrada, la primera entrega de la saga The Midsolar Murders es una obra que no se toma en serio a sí misma, que se ríe de los deus ex machina y que solo quiere hacernos pasar un buen rato sin necesidad de calentarse la cabeza. Y como entretenimiento, funciona perfectamente.

La acción se sitúa en la homónima Station Eternity, la primera estación espacial alienígena a la que tienen acceso los humanos. Allí solo viven tres miembros de nuestra especie, el embajador, un militar MIA y la protagonista de la historia, Mallory Viridian, recluida por iniciativa propia en un lugar donde no haya humanos (al menos, no muchos) por su extraña capacidad: a su alrededor, no dejan de producirse asesinatos, que ella misma se encarga de resolver. Un poco Jessica Fletcher, pero rejuvenecida y pasada por un tamiz de ciencia ficción.

Lafferty da rienda suelta a su imaginación con las especies alienígenas que conviven en la estación. Desde piedras sintientes a colmenas de abejas, todos los extraterrestres poseen una capacidad de la que carecen los humanos: viven en simbiosis con otra especie. Este es el principal obstáculo que impide que nos vean como una especie digna de expandirse por las estrellas. La primera parte de la obra se centra más en presentarnos a los habitantes de la estación y las peculiaridades de cada uno, mientras que en la segunda parte ya entramos en materia respecto a la especialidad de Mallory, cuando llega un transporte repleto de humanos y pasa lo que tiene que pasar. El desmadre está asegurado y la trama, que parecía estar bastante contenida hasta el momento, nos lleva por derroteros totalmente inesperados, que incluyen mechas, conciertos de violín y abuelitas que se dedican a taponar fugas de aire en una estación espacial.

El tono de Station Eternity es ligero y un tanto absurdo, y hay que dejarse llevar por él, so pena de llevarse una gran decepción.