Tim Powers es ese autor al que llaman “fundador” del Steampunk. Para mí siempre ha sido una de esas figuras que HAY que leer si te interesa la fantasía y la ciencia ficción de finales del siglo XX. Un autor que tiene una larga trayectoria escritora.
Este pequeño tomo contiene 4 relatos atemporales de Tim Powers, “Dondequiera que se oculten” (Where they are hid) 1995, “Un alma embotellada” (A soul in a bottle) 2006, “El camino de bajada” (The way down the hill) 1982 y “El reparador de Biblias” (The Bible Repairman) 2005. Cuatro relatos que me han sorprendido gratamente.
Tim Powers y los viajes en el tiempo
Ahora mismo estoy leyendo Las Puertas de Anubis y me estoy dando cuenta de que los viajes en el tiempo es un tema que al escritor parece gustarle. Lo interesante no es el tema en sí, si no el enfoque que le da. En “Dondequiera que se oculten” el protagonista vive en una paradoja temporal, su yo del futuro viene a visitarle pero sin darle muchas pistas y el protagonista, cansado y hastiado, no hace más que quedarse mirando bobaliconamente a su yo. El principio del relato puede ser algo confuso, pues los saltos temporales nos llevarán dando bandazos de un lado a otro. Al ser un relato tan corto, las presentaciones de personajes son fugaces y hay que estar muy alerta de lo que leemos para no perdernos detalle.
En este relato todo está conectado, desde la primera frase del relato hasta la última. Es complicado hablar de un relato sin destriparlo mucho, pero la firma de Powers es latente en el relato. Situaciones que rozan lo absurdo, personajes cómicos dignos de Monty Python y una base de ciencia ficción o fantasía bastante sólida detrás. Esto último es algo sorprendente y que da un contraste muy positivo. Tenemos a unos personajes que no saben muy bien qué está pasando pero se nota que el autor sí, y nos transmite esa solidez y esa coherencia a través de pequeños detalles. Los viajes en el tiempo en este relato no chirrían para nada a pesar de la ignorancia de los personajes.
Fantasmas y hechicería
La gran carga melancólica que lleva este relato se diferencia drásticamente del resto del volumen. “Un alma embotellada” nos explica la historia de un hombre que coloca tres centavos en la tumba de Jean Harlow y allí se encuentra con una misteriosa chica pelirroja de la cual se enamora en ese instante. El protagonista trabaja consiguiendo ejemplares raros e únicos de libros para venderlos a coleccionistas y la historia gira en torno a la chica y a cierto libro de poemas.
Este relato te deja algo tocado, a pesar de que sigue conteniendo trazas de humor (para los que lo habéis leído, el rótulo de neón del hotel es una de esas) me ha parecido una historia triste y con un final más triste aún.
He podido ver que Powers tiene predilección por la poesía y la literatura, y sus historias tienen gran cantidad de estos dos elementos, ya sea como pilar del relato o como elementos añadidos.
En este relato aparecen fantasmas, pero de la forma más normal y simple posible. Sydney no se sorprende por este hecho (que parece de lo más normal). Quizá es el personaje que menos se deja llevar por la corriente. Aunque a pesar de sus intentos de cambiar el rumbo de su historia, la narración lo llevará a un cauce concreto.
Reunión familiar
Este relato ha sido el que más me ha gustado con diferencia. La mayoría de lo escrito sobre vampiros está sobado y dicho más de mil veces, y hay pocos vampiros que realmente sean interesantes. De hecho, si a alguien le dices que una novela va de vampiros, la suelta inmediatamente.
“El camino de bajada” es para mí uno de los mejores relatos sobre estos seres que he leído. Aviso, yo he interpretado que son vampiros, bien puede no serlo ya que si no me equivoco en ningún momento lo dicen ni lo mencionan.
Me ha gustado especialmente la forma de narrar este relato, metiendo directamente al lector en el meollo, apenas sin saber nada y con un pequeño flotador. Puede ser confuso sobretodo porque aunque un personaje tenga nombre femenino, puede llevar cuerpo de hombre (ya descubriréis porque).
En definitiva, un relato espectacular, en mi opinión, casi perfecto. Como con el resto de relatos, se podrían haber sacado novelas de ellos, aunque el formato relato les queda perfecto.
Las almas y los objetos
El último relato es quizá uno de los más interesantes pero el que a mí menos me ha gustado. Contradictorio, lo sé. El problema es que me ha dejado frío, sobre todo, por la cantidad de información recibida en tan solo 10 páginas. Creo que es el único relato que no acaba de funcionar como tal.
“El reparador de biblias” es un hombre que se dedica a capturar almas de muertos en objetos y como cobro suele pedir pedazos de almas de otras personas. El relato se inicia con el secuestro del osito de peluche que contiene el alma de la hija del protagonista.
La premisa es muy interesante aunque creo que el desarrollo acaba quedándose un poco atrás. Hay que tener en cuenta que el relato es muy, muy bueno, pero en comparación con el resto de la antología quizá es el que menos impacta. El principal problema como ya he dicho es la confusión, a veces no sabía con quién o dónde transcurría la acción y cuando consigo situarme, el relato se termina. Me gustaría algo más largo ambientado en este relato.
Conclusión y adquisición
En conclusión, cuatro relatos que sirven para conocer a un gran escritor (para mí desconocido hasta ahora) de fantasía y ciencia ficción como Tim Powers. Agradecer a Gigamesh que puso este ejemplar de forma gratuita con las compras en un Día del Libro o en algún otro evento que ya no recuerdo. Algo que se agradece ya que esta pequeña antología, no se vende. Desconozco si quedan ejemplares, pero si conseguís uno, leedlo y atesoradlo. Aunque es posible que en inglés no sea muy complicado encontrar los relatos.