Hace unos días me acordé del leitmotiv de uno de los personajes de A Darker Shade of Magic : “Nunca se tienen demasiados cuchillos” y como me apetecía leer algo de fantasía para desconectar del mundo, empecé a leer A Gathering of Shadows.
A Gathering of Shadows adolece del síndrome de segundo libro claramente, aunque la autora es lo suficientemente hábil como para volver a presentarnos el mundo sin necesidad de repetir machaconamente los preceptos de la magia como sí hizo en la primera entrega. También utiliza algunos tropos de fantasía más que conocidos (¿torneo de magos?, ¿de qué me sonara eso?) y el final del libro es un cliff-hanging de juzgado de guardia.
El torneo sobre el que bascula la historia es una excusa muy habitual para unir a distintos miembros de reinos que aunque no sean enemigos tampoco tienen que tener unas relaciones demasiado cordiales. Parece un poco extraño que se comience con treinta y seis contendientes que se enfrentan en duelo para luego cambiar a peleas de tres en tres, mezclando un sistema round-robin con eliminación por puntos, pero está claro que a la autora le interesaba en un primer lugar enfrentar a dos oponentes y luego a tres. El torneo es mío y lo monto como quiero.
Pero todos estos puntos negativos dan igual cuando las páginas del libro pasan volando. La acción está bien dosificada, los diálogos son interesantes y se nota oficio, mucho oficio como escritora.
Otro punto fuerte es la presentación de personajes bisexuales que se tratan con total normalidad, no es nada que se deba ocultar del mundo. La relación amor-odio fraternal también está muy bien reflejada, tanto más cuando el nexo de unión entre Kell y su hermano es uno de los pilares del libro. Y es maravilloso encontrarse con un personaje femenino muy potente que hace de contrapunto frente al resto de caracteres.
A Gathering of Shadows es una fantasía más adulta y gris que This Savage Song, por ejemplo, lo cual nos permite disfrutar de un entretenimiento divertido y ameno.