Recientemente hablaba de Peter F. Hamilton casi como el autor por antonomasia de las macronovelas. Pero claro, para dejarme por mentirosa se tenía que descolgar con una novella bastante resultona como es A Window into Time.
El protagonista de la historia es Julian, un joven con memoria fotográfica que, tras el fallecimiento de su madre en un accidente doméstico, comienza a tener visiones de una vida ajena a la suya. Su extraordinaria capacidad le permite revivir estas escenas con toda minuciosidad para extraer la información necesaria para localizar a la persona que realmente tiene estas visiones.
La idea no es muy compleja ni original, pero el tono que da el autor a la novella es perfecto. Complementa perfectamente la ingenuidad del personaje con los conocimientos enciclopédicos que su memoria le puede dar. Sitúa temporalmente a Julian con referencias muy cercanas y reconocibles por todos nosotros que lo humanizan, ya que no resulta sencillo empatizar con su aire de grandeza, con esa obsesión por creerse mejor que los demás.
Como guiño a sus lectores españoles, Julian se pasea en cierto momento por Puerto Banús, con sus abuelos, que viven en España.
También es muy interesante el tratamiento que hace de las paradojas temporales, en caso de que existieran. Si Julian ve una escena del futuro y es capaz de localizarla, ¿su posible presencia e intervención en ese lugar crearía una paradoja? Hamilton no entra en complejidades como universos alternativos, pero tampoco las necesita para crear un relato simple pero que se puede disfrutar en poco tiempo. Un cambio bienvenido después de la decepción de A Night without Stars.
Pues a mi lista de novellas, que como es lo único junto a relatos que leo en inglés pues tengo que ir recopilando 🙂
Pronto darás el salto.