Orbit ha anunciado la publicación en verano de 2022 de The Undertaking of Hart and Mercy, la novela de debut adulta de Megan Bannen, descrita como una mezcla de La Princesa Prometida y Tienes un email.
Esta es la sinopsis:
Hart Ralston is a demigod and a marshal, tasked with patrolling the wasteland of Tanria. The realm the exiled old gods once called home is now a forsaken place where humans with no better options or no better sense come seeking adventure or spoils, but more often end up as drudges: reanimated corpses inhabited by the souls of those who’ve died in Tanria before. Hart tells himself that his job is simple: neutralize the drudges with a quick zap to the appendix and deliver them back to polite society at the nearest undertaker’s, leaving the whys and hows of the drudge problem for men without the complexities of a god in their family tree. But working alone, Hart’s got nothing but time to ponder exactly those questions he’d most like to avoid.
Too much time alone is the opposite of Mercy Birdsall’s problem. Since her father’s decline, she’s been single-handedly keeping Birdsall & Son undertakers afloat in small-town Eternity—despite definitely not being a son, and in defiance of sullen jerks like Hart Ralston, who seems to have a gift for showing up right when her patience is thinnest. The work’s not the problem—Mercy’s good at it, better than any other Birdsall—but keeping all her family’s plates spinning singlehandedly, forever, isn’t how Mercy envisioned her future.
Mi traducción:
Hart Ralston es un semidios y un guardián, su tarea es patrullar las tierras devastadas de Tanria. El reino que una vez fue el hogar de los dioses exiliados es ahora un lugar prohibido donde los humanos sin conocimientos o sin mejores opciones buscan aventura o botín, pero suelen acaban como drudges, cadáveres reanimados habitados por las almas de aquellos que murieron antes en Tanria. Hart se dice a sí mismo que su trabajo es simple; neutralizar a los drudges con un relámpago rápido al apéndice y devolverlos al mundo civilizado con una vista al enterrador más próximo, dejando los porqués del problema drudge para hombres que no tengan la complejidad de un dios en su árbol familiar. Pero trabajando solo, Hart tiene todo el tiempo del mundo para ponerse a pensar en esas cuestiones que quisiera evitar.
Mercy Birdsall tiene justo el problema contrario. Desde que su padre dejó el negocio, ha llevado ella sola el negocio de entierros Birdsall e Hijo en la pequeña ciudad de Eternidad, a pesar de no ser un hijo y desafiando a tontos como Hart Ralston, que parece tener el don de aparecer justo cuando menos paciencia tiene. El trabajo es un problema, a Mercy se le da bien, mejor que a cualquier otro Birdsall pero mantener todos los asuntos de la familia al día ella sola no es lo que había imaginado para su futuro.