Uno de los propósitos de este año era leer algo más de no ficción y pensaba que Astounding: John W. Campbell, Isaac Asimov, Robert A. Heinlein, L. Ron Hubbard, and the Golden Age of Science Fiction, me vendría como anillo al dedo, principalmente para conocer algo más en profundidad la edad de oro.
La figura de John W. Campbell fue central en el desarrollo de la ciencia ficción, ya que desde su puesto como editor de Astounding seleccionaba qué relatos se publicaban en la revista más influyente del género de la época.
Este libro no se limita a relatar la biografía de Campbell, si no que la enlaza con la de los que quizá fueran los tres autores más influyentes del momento: Heinlein, Asimov y Hubbard. El libro está plagado de anécdotas y extractos de misivas que se mandaron entre ellos, lo que nos permite hacernos una idea de sus relaciones personales, tales como la admiración de Asimov, el aire de superioridad de Hubbard o el extremismo de Heinlein.
La lectura, no obstante, no ha sido todo lo agradable que esperaba. Seguro que hay alguna frase sobre que no esperes nada bueno al conocer a las personas que admiras, porque seguramente te decepcionarán. En este caso, descubrir las bajezas morales de estas personas me ha hecho ver con otros ojos sus obras.
El autor a veces se recrea en detalles realmente escabrosos, especialmente los relacionados con Hubbard que se ve que era un perla, pero el racismo, la homofobia y el machismo de Campbell tampoco le van a la zaga. En su momento, Astounding se convirtió en la plataforma de la dianética y la cienciología, algo que la lógica nos diría que entraba en conflicto con el concepto de ciencia ficción de Campbell, firmemente posicionado en la parte de la “ciencia”. Estas partes del libro me parecen menos atractivas que otras, la verdad.
Lo que es indudable es que Campbell tuvo grandes aciertos, como la publicación de Dune y grandes fallos, como dejar pasar la obra de Ray Bradbury por delante de sus ojos. Pero claro, la labor de un editor es escoger lo que cree que será mejor para su publicación y tiene el sesgo de sus propios gustos e ideas. Es también importante recalcar que iba repartiendo sugerencias e ideas de tramas a muchos de sus autores, y que incluso las Tres Leyes de la Robótica fueron casi creación suya.
Astounding: John W. Campbell, Isaac Asimov, Robert A. Heinlein, L. Ron Hubbard, and the Golden Age of Science Fiction es un libro que interesará a quien tenga curiosidad sobre el inicio de un género. No es que sea una lectura árida y tiene muchas anécdotas que pueden amenizarla, pero también es cierto que en ocasiones me resultaba difícil avanzar en la lectura, atraída por otros libros. Si tienes mitificados a estos autores, será mejor que no te acerques a este repaso a su vida y carrera, porque los verás en su lado más humano y frágil.
Uno puede disfrutar Cien Sonetos de Amor y una Canción Desesperada, aun sabiendo que el poeta era un violador. Y eso es mucho más grave que una postura literaria, aunque no quiero justificar a Campbell. Campbell fue lo que fue y forjó el carácter del género. La CF no sería el movimiento fuertemente identitario que es, sino fuera por él. Ni Jeanette Ng podría haber dicho a la comunidad “Fuck Campbell” cuando recibió su premio Campbell hace tres días, si no existiese esa comunidad. Y esa comunidad es en gran medida gracias a que Campbell entendió la CF más como un movimiento cultural que uno meramente literario. Pero Campbell era un misógeno, xenófobo y racista (moderado eso si, no estamos hablando de un KKK). Hay que aprender a vivir con nuestros próceres, celebrando sus virtudes y aciertos, pero condenando sus bajezas morales y desaciertos. Vivimos el postmodernismo, donde no hay negros ni blancos, sino muchos tonos de gris. Y eso está bien; todos tenemos luces y sombras y sería injusto ser juzgado solo por un lado de la historia.
Rodrigo Juri
SFWA associated member