Tenía bastantes ganas de conocer la obra de K.B. Wagers y cuando vi que There Before the Chaos parecía ser el comienzo de una nueva trilogía, pensé que sería una buena puerta de entrada. Es por esta razón que ha resultado un tanto frustrante la lectura, porque no nos encontramos ante el primer libro de una saga si no ante el cuarto, camuflado de inicio de trilogía. Lo cierto es que el primer cuarto del libro se usa para situar al lector en un mundo que quizá desconozca, pero no es menos cierto que se desmenuza tan pormenorizadamente lo acontecido en los libros anteriores que espero que mi cerebro haya decidido borrar esa información por que si no, va a ser muy difícil leerlos sabiendo lo que ahora sé.
Salvando estos escollos que al fin y al cabo son culpa mía por no haberme informado adecuadamente, There Before the Chaos es una space opera bastante disfrutable. Señalaría como puntos fuertes los personajes, especialmente la emperatriz Hailimi Bristol, pero está perfectamente acompañada por todo un elenco de guardaespaldas, relaciones familiares y antiguos contactos que le dan mucha profundidad a la historia. El hecho de que el imperio Indrano sea un matriarcado lo hace aún más singular dentro del subgénero y aunque se quiera crear una tendencia para aumentar la presencia masculina en los órganos del gobierno, las excusas y razones que se presentan en contra nos sonarán conocidas aunque con los géneros invertidos.
Como digo, la narración gira alrededor de los personajes y sus relaciones afectivas, aderezadas por intrigas políticas pero haciendo especial hincapié en la lealtad y el honor, en el compañerismo. Es un libro que destila empatía por los cuatro costados, a pesar de que no todo sea color de rosa. El conflicto vendrá pues de un elemento externo, del enfrentamiento entre dos razas alienígenas que tiene lugar por causas poco claras, pero enconadas. De una manera un tanto sorprendente se solicita la intervención de la emperatriz como mediadora de unas negociaciones que parecen condenadas al fracaso desde un principio. También es muy de agradecer la representación de este complicado papel, en busca del equilibrio de oportunidades entre las distintas facciones pero sin menoscabo de la propia posición del imperio Indrano, en precario tras la guerra que se narra en la primera trilogía.
No quiero dejar de comentar la ambientación del imperio, que dentro de mi desconocimiento yo relacionaría con influencias indias, algo que no me atrevo a señalar con certeza debido a mi desconocimiento. Además, creo que es muy acertado el tratamiento que hace la autora del síndrome post-traumático, con unas descripciones que resultan realmente angustiosas al ponernos en la piel de quien las sufre.
Una space opera no lo parecería tanto si no hubiera enfrentamientos entre naves espaciales y también escenas de acción que están narradas de una forma muy correcta, aunque quizá resulten algo confusas en determinados momentos. Aunque se trata de un libro con una trama eminentemente política, lo que no deja de ser interesante. también.
No hagáis como yo y no empecéis a conocer a K.B. Wagers por aquí, ya que si este libro vale como muestra, sin duda merecerá la pena comenzar por el principio e ir descubriendo todo el universo que la autora ha creado.