Cada nuevo lanzamiento de V.E. Schwab es un fenómeno superventas internacional, así que no es de extrañar que en cuanto tuve la oportunidad de leer The Invisible Life of Addie LaRue no dudara en lanzarme a por él. La temática de un personaje que pasa por el tiempo sin que los demás sean capaces de acordarse de él ya lo conocíamos por Claire North y The Sudden Appearence of Hope, pero Schwab utiliza la mucho más tradicional aproximación del pacto faústico.
Addie es una joven francesa que a comienzos del siglo XVIII no se conforma con vivir la vida que parece predestinada para ella, limitada a las cuatro casas que constituyen su aldea y se niega a casarse y formar una familia. Sin embargo, parece que el destino conspira contra ella cuando la muerte de la esposa de un vecino del pueblo hace que sus ojos se vuelvan hacia ella en busca de una suplente que críe a su descendencia. Desesperada por huir de este destino, suplica a los dioses del bosque que la liberen de estas cadenas, pero no se percata de que lo hace cuando los que pueden responder son las criaturas de las sombras.
Los términos del acuerdo al que llega le permiten ser prácticamente inmortal, pero ¿se puede llamar vida a una existencia en la que no es capaz de dejar huella en nadie? Addie va explorando poco a poco los límites de su pacto y uno de los temas más interesantes del libro es la capacidad de inspirar ideas, que ella explota para ser musa de diversos creadores.
Su existencia va pasando por altibajos hasta que en el año 2014, cuando vive en Nueva York, conoce a una persona que es capaz de recordarla… y todo cambiará para ella.
Aunque la premisa del pacto con el diablo o con las fuerzas oscuras no es para nada novedosa, sentía mucho interés por ver que nos ofrecía la autora. Pero, por desgracia, me he encontrado con una oportunidad perdida, ya que de los trescientos años de vida de Addie solo se hace hincapié en el principio y en el final, dejando casi tres siglos a nuestra imaginación con escasísimas pinceladas en forma de flashbacks que más que informar nos dejan entrever lo que podría haber sido una narración más interesante. Y aún así, es innegable que el libro está inflado, que lo que se cuenta se podría haber resumido muchísimo y que no hacían falta tantas y tantas páginas para contar una historia que al final nos parece bastante manida y poco sorprendente. Tiene un tono que llega a resultar repetitivo y el romance sobre el que debería girar la historia es anodino. Ha resultado una lectura bastante decepcionante.