The Heart of the Circle

Llegué a leer The Heart of the Circle por recomendación en Twitter de Seanan McGuire, para que luego digan que el boca oído no funciona como estrategia de marketing para vender libros. Tenía bastantes puntos interesantes, como la localización en Tel Aviv, una ciudad que no suele ser el foco de libros fantásticos y unos personajes con poderes “mágicos” capaces de escoger entre líneas temporales futuras para su mayor interés o modificar sensaciones, entre otras capacidades. Suena un poco a entorno superheroico pero no lo es, porque estos personajes están oprimidos. Hay vagas referencias al estado de los hechiceros en otros países y la cosa es bastante peor que en Israel. En Estados Unidos viven en reservas apartados de los “normales” y en Rusia son drogados desde jóvenes para volverlos adictos y que el estado los pueda controlar.

Keren Landsman pretende hacer una alegoría de la opresión en el mundo actual con un paralelismo bastante utilizado en la novela juvenil. Hay reuniones mensuales de los hechiceros para reclamar sus derechos, pero siempre acaban con violencia y muerte principalmente provocada por grupos radicales antimagos mientras la policía hace la vista gorda.

El libro requiere del lector demasiada suspensión de la incredulidad, porque el mundo inventado por la autora no se sostiene mucho. El hecho de que haya una cantidad bastante considerable de la población que tiene casi superpoderes y que aún así sean los oprimidos es difícil de digerir. Que la policía no haga caso a los actos de violencia repetitivos en las manifestaciones puede llegar a entenderse, pero que ignoren los asesinatos parece excesivo. En ningún momento se explican los límites de la magia, salvo algunas nociones vagas sobre el desgaste de los poderes y cómo hace falta recargarlos con la energía proporcionada por los “normales”. Y resulta cansino la cantidad de tiempo que se pasan sin hacer nada esperando a ver qué pasa. Un poco de vida, por favor.

En general, se trata de un libro que pretende jugar en varios niveles (romance, literatura fantástica, reivindicativa) y no alcanza su objetivo en ninguno de ellos, así que no lo puedo recomendar.

Anunciada The House of Styx, la nueva novela de Derek Kunsken

Los fans de Derek Kunsken estamos de enhorabuena. Se ha anunciado la publicación en agosto de The House of Styx que será el inicio de la serie Venus Ascendant, precuela de The Quantum Magician y The Quantum Garden.

El libro se publicará con anterioridad de forma serializada en la revista Analog. También está prevista la publicación en 2022 de la segunda parte, titulada The House of Saints.

Esta es la sinopsis:

Life can exist anywhere. And anywhere there is life, there is home.

In the swirling clouds of Venus, the families of la colonie live on floating plant-like trawlers, salvaging what they can in the fierce acid rain and crackling storms. Outside is dangerous, but humankind’s hold on the planet is fragile and they spend most of their days simply surviving.

But Venus carries its own secrets, too. In the depths, there is a wind that shouldn’t exist.

And the House of Styx wants to harness it.

Mi traducción:

La vida puede existir en cualquier sitio. Y donde hay vida, hay hogar.

En las nubes de Venus, las familias de la colonia Ia viven flotando en botes con forma de planta, recuperando lo que pueden bajo la fiereza de la lluvia ácida y las tormentas. El exterior es peligroso, pero la posición de la humanidad en el planeta es frágil y dedican casi todo su tiempo a sobrevivir.

Venus tiene sus propios secretos. En las profundidades, hay un viento que no debería existir.

Y la Casa Styx quiere controlarlo.

The Golden Key

Había muchas expectativas creadas alrededor de la primera novela de Marian Womack, The Golden Key. De la autora ya me esperaba una prosa muy cuidada y bella, pero no sabía cuál de sus facetas predominaría más en una historia más larga, escrita directamente en inglés. ¿Tal vez su lado más weird o algo de su ficción climática?

The Golden Key sin embargo, nos muestra su lado más gótico, acompañado de un marcado tono feminista que le sienta muy bien al libro. Sin ser excesivamente reivindicativo, sí que hace referencias a la injusticia y falta de igualdad en la época postvictoriana. En la novela, veremos el enfrentamiento entre el pensamiento racional que descarta cualquier resultado fantástico y algunos hechos aparentemente inexplicables. La ambientación, en un Reino Unido donde el espiritismo y las médiums estaban a la orden del día, sirve como marco perfecto para la investigación de unas desapariciones acaecidas años atrás.

Womack deja muchas de las explicaciones en manos del lector, que ha de interpretar lo que le expone. La protagonista, con orígenes andaluces, se hace pasar por médium para llevar a cabo sus investigaciones basadas en el método científico. A pesar de haber sido contratada para esta labor, lo cierto es que no lo tendrá fácil para obtener información sobre el terreno. Las tramas secundarias también son bastante interesantes y complementan detalles a los que no hubiéramos podido tener acceso de no ser por su presencia, haciendo de la novela una obra más completa.

El final me parece un poco precipitado, con párrafos bastante acelerados explicando las consecuencias para casi todos los personajes involucrados en la trama. Me gusta especialmente el homenaje a George MacDonald, un autor que se ve ha influido mucho en la obra de Marian. La atmósfera general del libro está bastante conseguida, pero es cierto que en algunos momentos mi impresión es que la trama se complica innecesariamente, y no queda claro qué es lo que nos quiere contar la autora. Seguiré con gran interés el resto de sus publicaciones.

Empress of Forever

Si había un libro que esperaba con mucho interés el año pasado era Empress of Forever, de Max Gladstone. No es ningún secreto que Max es un autor que me encanta y el hecho de que decidiera probar fortuna con una space opera alejándose un poco de su fantasía habitual todavía me llamaba más la atención.

Tenía muchas ganas de que me gustara y creo que eso ha sido un elemento que ha jugado en contra del propio libro. La protagonista es una rica hecha a sí misma en el mundo actual, que debe escapar de su vida de lujos por la presión del Gobierno, pero tiene preparado un plan alternativo… ya sé que esto no suena mucho a space opera, pero es que el comienzo es así, hasta que cuando se infiltra en un CPD superprotegido para instalar un software que le permitirá librarse de sus perseguidores sucede algo y se encuentra de pronto en una nave espacial en el futuro (o eso cree ella).

El inicio de la novela me parece tramposo ya de por sí, pero es que el desarrollo tampoco juega limpio con el lector, ya que Vivian tiene siempre guardado un as en la manga, un deus ex machina que le permite escabullirse de las situaciones más complicadas y eso tampoco es justo.

Los personajes, aunque en principio son bastante variopintos y podrían haber dado más de sí, no dejan de ser bastante típicos para una obra de este subgénero, o al menos así me parece. El monje-guerrero, la enemiga no-tan-malvada que se alía con la protagonista, una pizca de máquina de Von Neuman… Todo bastante previsible.

Además, la longitud del libro tampoco juega a su favor, porque el viaje y sus peripecias se acaban haciendo repetitivas y cansinas. Me temo que si esta obra no hubiera sido de Max Gladstone la hubiera podido disfrutar más, pero es que sabiendo de lo que es capaz el autor, me he llevado una desilusión.

The Unlikely Escape of Uriah Heep

Hay libros con los que aunque entiendo sus virtudes soy incapaz de conectar y pienso que no soy su público objetivo. No es que sean malos libros es que no son para mí. Con The Unlikely Escape of Uriah Heep me ha pasado justo eso.

Me llamaba la atención en primer lugar la localización geográfica del libro ya que la acción se desarrolla en Wellington, Nueva Zelanda y creo que no he leído ningún libro que suceda en este país. Este hecho, que no deja de ser accesorio para la narración, al menos destaca un poco.

Sin embargo, la principal fuerza motora de The Unlikely Escape of Uriah Heep es el amor a los libros de una época muy específica. Y es que muchas de las novelas victorianas a las que se hace mención en la novela han quedado por derecho propio en el imaginario de la humanidad como grandes obras destinadas a perdurar. El amor que siente la autora por la obra de Dickens, Doyle, Brönte y compañía se nota en cada página del libro y en el tratamiento que hace de sus personajes y por lo tanto logrará mayor resonancia con alguien que conozca y ame esos libros de la misma forma que H. G. Parry.

La trama es eminentemente lineal, con la presencia de Charley, un prodigio precoz capaz de insuflar vida a los personajes de los libros que está leyendo y traerlos a nuestro mundo. Casi toda la narración la realiza su hermano mayor Rob, que siempre ha estado protegiéndolo y que tiene una relación ambivalente con él, al que ama pero al que también envidia en algunos momentos. Esta relación fraternal está bastante bien trazada y servirá como base para todo el desarrollo de la novela.

Los giros y revelaciones que la autora va poniendo en nuestro camino son bastante previsibles e incluso cuando hay un cierre en falso de la novela sabemos que la cosa no puede quedar ahí. En este aspecto, el libro es bastante inocente y no trata para nada de engañarnos, solo nos lleva de la mano por una historia agradable y entretenida.

Es difícil recomendar un libro que no te ha llegado a llenar totalmente, pero sinceramente creo que cualquier lector de los autores clásicos anteriormente mencionados podrá sacarle más rédito a esta novela que yo.

Oferta de San Valentín de Rebellion Publishing

20 libros a menos de una libra es el ofertón con el que se han descolgado desde Rebellion Publishing. Hay de todo, libros nominados y premiados, primeras entregas de series exitosas… Sería cuestión de curiosear por la lista, que aquí os traigo:

Engineering Infinity editado por Jonathan Strahan

Shadowmage de Matthew Sprange

The Age of Ra de James Lovegrove

Unclean Spirits de Chuck Wendig

Knight of Shadows de Toby Venables

Ack-Ack Macaque de Gareth L. Powell

The Good, the Bad and the Infernal de Guy Adams

Blood Ocean de Weston Ochse

Europe in Autumn de Dave Hutchinson

Grunt Life de Weston Ochse

Deadly Curiosities de Gail Z. Simon

One Night in Sixes de Arianne “Tex” Thompson

The Iron Ship de K. M. McKinley

Midnight in the Garden Centre of Good and Evil de Colin Sinclair

The Guns of Ivrea de Clifford Beal

Monstruos Little Voices de Adrian Tchaikovsky

Ninefox Gambit de Yoon Ha Lee

The Quantum Magician de Derek Kunsken

Burning Sky de Weston Ochse

The Calculating Stars de Mary Robinette Kowal