Sigo con el PP (Proyecto Parker) y he de decir que he devorado en muy poco tiempo The Two of Swords volumen 2, con un autor desbocado y con una trama que va complicándose poco a poco para llegar (espero) a un gran final.
La estructura del libro es la misma que la primera entrega, ya que esta publicación recopila una serie de novelas cortas que se van entrelazando unas con otras. Los cambios de punto de vista y de personajes son más acusados en este caso, con algunas gloriosas incorporaciones y la presencia de personajes que habían caído en el olvido desde las primeras páginas del primer libro (y algún cambio de nombre que debería haberse corregido en esta edición). Como cada capítulo tiene un ritmo, un protagonista y un tono distinto, hay algunos que gustan más y otros que gustan menos. Las aventuras de Poverty para conseguir unas llaves pasando a través de las laberínticas estructuras que conforman el palacio de Blemya consigue ser a la vez claustrofóbico y divertido, algo que no creo que le hubiera resultado sencillo a ningún otro autor. Sin embargo, la narración de la enésima batalla a través de los ojos de un superviviente puede resultar pesada porque ya lo hemos visto más veces y no aporta mucho cambio.
La prosa raya en el nivel al que nos tiene acostumbrados Parker, sin caer en la economía de palabras pero tampoco con excesivas florituras que pudieran lastrar el ritmo del libro. De nuevo encontramos algunos aspectos técnicos explicados de una forma cercana y clarificadora, y algunas discusiones sobre moralidad que nos dan que pensar.
Aunque creo que la mejor manera para adentrarse en la obra de KJ Parker es sumergirse en su obra corta, es cierto que estos tres libros reúnen quizá algunas de sus mejores virtudes, ya que son narraciones cortas de por sí que se van uniendo para dar lugar a una historia más grande, quedándose con lo mejor de dos mundos. No creo que pase mucho tiempo hasta que acabae con la tercera entrega, ya que estoy francamente intrigada por ver qué nos van a deparar todos estos hilos que el escritor ha estado tejiendo a nuestro alrededor con la paciencia de un cazador.