Por utilizar un símil gastronómico que se ajusta bastante a la opinión que tengo de esta obra, A Big Ship at the Edge of the Universe es un libro palomitero. No puedes pasarte la vida alimentándote a base de palomitas, pero son fáciles de tomar y satisfactorias hasta cierto punto.
La obra de Alex White requiere del lector que suspenda su incredulidad, porque desde el principio mezcla magia con “ciencia ficción”, una combinación algo arriesgada si se quiere ser riguroso, pero que puede dar mucha diversión si se acepta el juego. En su universo, casi todas las personas tienen un poder mágico determinado que depende de su “glifo”. Casi todas, porque una de las protagonistas, una buscadora de tesoros venida a menos sufre una extraña enfermedad que le impide utilizar la magia. La otra “protagonista”, aunque luego la novela se vuelve más coral, es una intrépida corredora de carreras de algo parecido a la Fórmula 1 a punto de conseguir el Campeonato Pangaláctico.
El ritmo es bastante acelerado y trepidante, algo que le viene bien a una aventura que mezcla arqueología espacial con grandes conspiraciones y que adereza el resultado con batallas espaciales y combates cuerpo a cuerpo. Como ya digo, es muy divertida e incluso tiene algunos momentos más reflexivos sobre los horrores de la guerra, pero la verdad, son una línea en el agua. Aquí lo que queremos son carreras, explosiones y magia a raudales.
La prosa es bastante funcional y no se detiene en grandes alharacas. Los personajes no están especialmente bien definidos, aunque la trama de los veteranos de guerra le da algo más de empaque al trasfondo que tampoco es que sea un edificio de hormigón armado.
Si te dejas llevar por la montaña rusa de emociones que provoca el libro, podrás perdonar los agujeros en la trama y las casualidades que la hacen avanzar. Incluso la resolución es un tanto precipitada y tramposilla, pero se lee en un suspiro.
El 11 de noviembre de este mismo año Tachyon publicará The New Voices of Science Fiction, una recopilación coordinada por Jacob Weisman y Hannu Rajaniemi.
Yo no sé vosotros pero tanto el planteamiento como los autores que conozco hacen que aumente muchísimo mi interés por este libro. Los autores confirmados son: Rebecca Roanhorse, Amal El-Mohtar, Alice Sola Kim, Sam J. Miller, E. Lily Yu, Rich Larson, Vina Jie-Min Prasad, Sarah Pinsker, Darcie Little Badger, S. Qiouyi Lu, Kelly Robson, Suzanne Palmer, Nino Cipri, David Erik Nelson, Amman Sabet, Jamie Walsh y más.
La portada es de Matt Dixon con diseño de Elizabeth Story.
He de reconocer que siento un debilidad especial por los Libros de Babel. Las dos primeras entregas me encantaron y los he ido leyendo prácticamente seguidos, tanta era la curiosidad por saber cómo continuaba la historia. Ahora que tengo que esperar por lo menos hasta el año que viene para finalizar el relato, quizá dejando reposar las sensaciones se atenúen un poco, pero lo cierto es que la serie me está maravillando.
The Hod King continúa donde terminó Arm of the Sphinx. La desaparición de uno de los personajes principales (quizá el menos importante, pero parte de la cuadrilla de todas formas) no afecta para nada a la novela. Josiah Bancroft divide la narración en varias subtramas que se van pisando en el tiempo y juega a dejar cada parte en un momento culminante, para luego retomarlo cuando la siguiente trama estaba también en lo más interesante. Es un método muy bueno para que la tensión vaya creciendo, pero algunas veces parece que abusa de él, como cuando incluye un flashback muy interesante, pero quizá excesivamente largo.
El libro ha perdido algo de la frescura que tenían las entregas anteriores, en parte por el desgaste propio de la historia y en parte por verse restringido prácticamente a un solo ringdom. Lo que pierde originalidad, lo gana en sentimiento. Es imposible no haberse encariñado ya con Senlin, Edith y demás compañía, así que asistiremos a sus desventuras con el corazón en un puño. Además, también hay un ingrediente de “salseo”, si me permitís la expresión, que hace que tengamos aún más interés en ver qué les depara el futuro a los personajes. Supongo que el autor lo tendrá todo preparado, porque ha ido sembrando en cada capítulo las semillas del conflicto de los siguientes, pero el desenlace puede ser explosivo.
El ringdom de Pelphia le sirve a Bancroft para hacer una crítica acerada a la vanidad de la sociedad. Llevando temas tan fútiles como la moda hasta el extremo, desnuda una estructura social banal y despreciable, reflejo grotesco de la nuestra. Aunque parece claro que la principal intención de Bancroft es entretener con una aventura alocada, no deja pasar la oportunidad para criticar la vanidad del mundo, dándole algo más de empaque a la novela. Si es que le faltaba algo.
Por favor, que alguien hable con Orbit para que publiquen ya la última entrega.
Aquí os traigo la que será portada de The Shadow Saint, la esperada continuación de The Gutter Prayer de Gareth Hanrahan. La obra se publicará en enero del año que viene de la mano de Orbit.
La ilustración es de Richard Anderson y el diseño de Steve Panton.
Esperaba con mucha ilusión el final de la tetralogía de ciencia ficción de Emma Newman con obras tan destacadas como Before Mars, Planetfall o mi preferida After Atlas.
Al principio de la lectura cuando vi que volvían a aparecer Carl y Travis, dos personajes tan importantes en After Atlas mis expectativas aumentaron, pero fue tan solo un espejismo. Siguiendo la lógica interna de la serie, que va concediendo el protagonismo a distintos personajes y situaciones, Carl y Travis solo son personajes muy secundarios en Atlas Alone. Prácticamente todo el peso de la narración recae sobre Dee en el periplo de Atlas, la nave espacial que ha dejado atrás la Tierra en busca de un nuevo planeta en el que asentarse.
El juego de la autora para conseguir que cada libro sea de lectura independiente cronológicamente se viene abajo en este último volumen, porque parte de la importancia de la trama destripa el final de After Atlas. Era una apuesta muy interesante, pero casi imposible de seguir manteniendo conforme iba aumentando el número de volúmenes de la serie.
Sin embargo, el principal problema con el que me he encontrado en esta novela ha sido la previsibilidad. Los giros de guion que deberían sorprendernos no lo consiguen en absoluto. No me molesta que la mayor parte de la novela se narre desde la inmersión en una realidad virtual u otra, ya que es el futuro al que parecemos estar abocados, pero los detalles escabrosos de estos juegos inmersivos me parecen superfluos y más que añadir carga psicológica al libro se la restan.
Los cuatro libros que conforman esta laxa tetralogía tratan la perspectiva psicológica de los personajes de una forma respetuosa y concienzuda y Atlas Alone no es una excepción. Uno de los pilares fundamentales en torno a los que gira la novela es cómo afrontar la pérdida y seguir adelante, aunque el tratamiento del duelo quizá sea menos acertado que en las otras entregas.
La crítica a los extremismos religiosos es extremadamente dura, rozando el esperpento, porque el hecho de que los “malos” sean tan recalcitrantemente malvados entra en conflicto con las que se supone son sus propias creencias. Pero, viendo lo que los extremismos han conseguido a lo largo de la historia de la Humanidad, lo mismo la autora se queda hasta corta.
La prosa de Emma es tan melodiosa como nos tiene acostumbrados, así que no deja de ser una lástima que esta última entrega de la serie no alcance el nivel de las anteriores.
PD: me indican que no es el último libro de la saga, así que leerá gustosa las siguientes entregas para ver con qué nos sorprende la autora la próxima vez.
Hoy tengo el gran placer de presentar esta entrevista a una autora que me encanta, Emma Newman. Además he contado con la colaboración de @mertonio y @odo para su realización, lo que ha hecho la tarea incluso mejor. Podéis leer la entrevista en inglés aquí.
¿Podrías decirnos si alguna editorial española se ha puesto en contacto contigo para traducir tus libros? ¿Cuál sería tu frase comercial para la serie Split Worlds en España?
Ninguna editorial española se ha puesto en contacto conmigo para traducir la serie Split Worlds. Si pudiera tratar de vendérsela a algún editor español, creo que le diría:
Split Worlds es una serie de fantasía urbana finalizada, repleta de hechiceros locos, hadas malvadas y dinastías familiares luchando por el poder. Explora la libertad personal, la responsabilidad social y la forma en que el patriarcado puede destruir las vidas de hombres y mujeres. También tiene una gárgola parlante y una fuerte protagonista femenina.
Escribes tanto fantasía
como ciencia ficción. ¿Qué género prefieres escribir? ¿Usas una aproximación
diferente para cada uno?
No creo tener preferencia alguna, para mí la narración es lo más importante, más que el género en que se pueda encuadrar la historia. Me gustan cosas distintas de cada uno de esos géneros. En ciencia ficción, me encanta estudiar la tecnología actual y pensar cómo puede desarrollarse en el futuro y cómo esos cambios causarán un impacto en la experiencia humana.
Cuando escribo fantasía (de momento, solo fantasía urbana), me gusta pensar cómo la magia puede influir en las estructuras de poder y el impacto que tendría en la sociedad y en el día a día.
Eres bien conocida como
escritora y también como lectora de audiolibros. ¿Es diferente actuar en tus
propios audiolibros en contraste con los de otros autores?
¡Al narrar mis propios libros no necesito prepararme demasiado! Ya conozco la historia y a los personajes y qué acentos necesito. Me encanta tener la oportunidad de interpretar mi propio trabajo, ya que significa que puedo representar a los personajes tal y como me los imaginé.
Cuando narro libros escritos por otros autores, hay mucho trabajo que hacer antes de pisar el estudio. Leo el libro, tomo notas sobre qué pasa en cada capítulo y apuntes detallados sobre cada personaje. Busco las palabras que no estoy segura de cómo se pronuncian y subrayo los diálogos que necesitan distintos acentos. Si hay personajes que hablan con distintos acentos que no soy capaz de ejecutar, necesito adquirir esa habilidad. Eso puede suponer mucho trabajo.
Me encanta la narración de audiolibros, es un trabajo interesante y desafiante. Es como entrar en el libro. ¡También es agotador!
¿Lees tus frases en voz
alta mientras escribes para hacerte una idea de cómo sonarán en un audiolibro?
Siempre leo mi trabajo en voz alta como una parte fundamental de mi proceso de escritura. Creo que es la mejor manera de suavizar la prosa y “sentir” si el diálogo suena realista. A veces lo que dicen los personajes suena bien en la página, pero cuando lo lees en voz alta… ¡te das cuenta de que nadie habla así en la vida real!
En una newsletter reciente, nos dijiste que estabas pensando autopublicar nuevas historias en la serie Industrial Magic. ¿Qué nos puedes contar sobre esto?
¡Ese es mi intención! Por ahora estoy centrada en producir versiones en audiolibro de las dos primerasnovelas cortas (que fueron publicadas por Tor.com), algo que estoy haciendo en asociación con el estudio de grabación donde realizo la mayor parte de mi trabajo como narradora. Una vez que haya terminado este trabajo, escribiré la siguiente novela corta de la serie y pienso publicarla a finales de año.
He leído con mucho interés los tres libros publicados hasta ahora en la serie Planetfall Universe. Son muy distintos entre sí, pero a la vez comparten ciertas características. ¿Cómo planificaste que la serie se desarrollara así?
¡Para ser sincera, nunca la planeé como una serie! Cuando escribí Planetfall, sabía que iba a ser una novela independiente y no sabía si alguien querría publicarla. Cuando Ace/Roc la compraron, me pidieron una segunda novela. Tenía algunas ideas vagas sobre un bebé dejado atrás por uno de los colonos de Planetfall, y quería explorar cómo era la Tierra que habían dejado atrás.
Planetfall fue un éxito tan rotundo que me compraron otras dos novelas. En ese punto ya tenía la idea un thriller psicológico situado en Marte, y una vez terminado, sabía qué quería explorar en Atlas Alone. Como todos están situados en el mismo universo, tenía sentido que hubiera conexiones entre los libros, compartiendo personajes, y que los acontecimientos importantes crearán consecuencias en todos ellos. Ha sido muy divertido unir los libros en un universo compartido, manteniendo la libertad de las novelas independientes.
Muchos de los personajes en la serie de Planetfall Universe sufren trastornos mentales (ansiedad, depresión…). Me conmovió especialmente la depresión post-natal de Before Mars. ¿Cómo te las arreglas para escribir personalidades complejas con estos problemas?
Es una combinación de tomar cosas de mi experiencia personal e investigar un montón. Me diagnosticaron un trastorno de ansiedad hace muchos años y, aunque no es la misma enfermedad mental que tiene Ren (la protagonista de Planetfall), hay suficiente en común para que pueda hablar de los elementos compartidos con autenticidad. Hay una escena en la que ella tiene un ataque de pánico y mucha gente ha comentado que resulta difícil de leer por lo realista que es, y eso es porque escribí lo que yo misma había experimentado. En cuanto a otros aspectos de la enfermedad de Ren, escribir sobre ellos requiere investigación y empatía. También he sufrido depresión post-natal, así que de nuevo pude basarme en mis propios recuerdos al escribir Before Mars. Fue muy duro, en realidad.
En After Atlas podemos ver algunos de los problemas que la vigilancia continua y la pérdida de privacidad pueden ocasionar en la sociedad, así como el poder de las megacorporaciones. ¿Tratabas de escribir la novela como una advertencia?
Estaba en mi mente, desde luego, aunque lo que realmente me preocupaba en el momento de desarrollar el mundo de After Atlas era el acuerdo del TTIP (Área de Libre Comercio Trasatlántico), que parecía que iba a firmarse en aquella época. Estaba realmente preocupada por cómo podría dar a las empresas el poder de denunciar a los gobiernos, y en la línea temporal de las novelas de Planetfall Universe, el TTIP fue ratificado y las corporaciones usan ese poder para someter financieramente a los gobiernos de forma que, a todos los efectos, dan un golpe de estado y controlan todos los aspectos de la sociedad, lo que conduce a los “corp-gorbs” de After Atlas.
Afortunadamente, el TTIP no se firmó en el mundo real, pero las cosas han empeorado en otros aspectos desde entonces. Mis novelas son políticas, como siempre lo ha sido la ciencia ficción, y escribir sobre cómo las cosas podrían evolucionar es mi forma de llamar la atención sobre ellas.
Hay gran expectación con tu próxima novela, Atlas Alone. Como el “¿final?” te la serie de Planetfall Universe (por decirlo de alguna manera), ¿qué podemos saber del libro?
No lo veo como el final de la
serie, ya que me gustaría escribir más novelas situadas en ese universo, pero
podría tomarme un pequeño descanso antes de hacerlo.
La protagonista de Atlas Alone es Dee, la mejor amiga de Carlos en After Atlas. Se sitúa seis meses después del final de esa novela. Trata sobre recuperarse de un trauma, los juegos inmersivos y la venganza.
¿Te gusta ir a festivales literarios
como la Worldcon? ¿Qué
prefieres hacer cuando vas?
¡Sí me gusta! He ido a varias
Worldcons y espero con ganas la de este año en Dublín.
Como alguien a quien las
multitudes le causan dificultades, y que es bastante tímida, me cuestan mucho
trabajo, pero merece la pena. Tengo muchos amigos que sólo veo en estos
eventos, así que me encanta aprovechar para ponerme al día, y también con
profesionales de la industria, como mis editores y mi agente.
Me gusta mantenerme activa en ellos si puedo, y siempre me encanta que me pongan en el programa, ya que veo estos eventos como una forma de devolver algo a la comunidad. Siempre que puedo, hago mi taller sobre escritura y ansiedad, que ha ayudado a mucha gente. También es maravilloso encontrarme con gente a la que le gusta mi trabajo.
¿Qué nos puedes contar de tus nuevos proyectos?
He comenzado a escribir de forma regular cuentos situados en el universo de Planetfall para los subscritores de mi newsletter, algo que estoy disfrutando mucho.
Recientemente he comenzado a pintar, y para mi sorpresa, ¡he vendido algunos de mis primeros cuadros! Mi primera exposición será en una convención en Inglaterra y es súper emocionante.
En cuanto a mi próxima novela, bueno, todavía no puedo decir cuál va a ser, porque estoy esperando ciertas noticias. Pero, pase lo que pase, planeo escribir más novelas cortas de la serie Industrial Magic y también estoy preparando una nueva propuesta en YouTube. ¡Voy a estar muy ocupada!
De nuevo, muchas gracias a Emma por ofrecerse a realizar la entrevista a pesar de estar en plena vorágine por la publicación de Atlas Alone. Espero que os haya gustado la entrevista que a mí me parece interesantísima.
Aliette de Bodard – On motherhood and erasure: people-shaped holes, hollow characters and the illusion of impossible adventures (Intellectus Speculativus blog)
Me encantan las historias de viajes en el tiempo. Me gusta como los autores van buscando las soluciones a las posibles paradojas temporales o toman el atajo de las realidades alternativas que colapsan cuando los viajeros las abandonas o alguna de las otras posibilidades que van surgiendo.
Es por eso que cuando supe de la publicación de Permafrost por parte de uno de mis escritores favoritos, supe que tenía que leerla cuanto antes. Además, su escasa longitud la hacía un aperitivo delicioso entre lecturas que me iban a consumir más tiempo.
Lo primero que destaca es su ambientación en Rusia, un escenario algo atípico, ya que por suerte o por desgracia estamos acostumbrados a que TODO pase en Estados Unidos. Se agradece un pequeño cambio de localización geográfica, aunque salvo por algunos detalles, no es que influya especialmente en la trama.
Debido precisamente a las pocas páginas que utiliza Reynolds para Permafrost, es difícil de analizar sin caer en el spoiler, algo que siempre me gusta evitar. Podríamos decir que la “teoría del tiempo” no es especialmente novedosa, pero que su solución para las paradojas es coherente con el entramado que crea.
A veces el autor se pone trampas a sí mismo, como con la mención de un aparato que no tiene sentido hasta que, mucho más adelante en la lectura, descubrimos que es imprescindible para que uno de los viajeros en el tiempo se pueda comunicar. Pero si nos habíamos fijado en este detalle, la “revelación” relacionada con este viajero ya no es tal.
También merece especial atención el escenario preapocalíptico en el que comienza el libro, terriblemente verosímil y la causa de que se preparen estos viajes en el tiempo para buscar una solución en la que no parecen tener mucha confianza pero que es su única posibilidad. Este inicio da el grado de tensión suficiente para desencadenar toda la aventura y justificar muchas acciones moralmente reprochables.
De lo que no cabe duda es de que si te gustan los viajes en el tiempo, Permafrost no te defraudará.
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