La saga Savage Rebellion de Matt Wallace culmina con Savage Crowns, un buen final, aunque no excelente como sí lo fue el comienzo de la trilogía.
Lo primero que hace Matt Wallace es presentar un pequeño resumen de lo acontecido en las entregas anteriores, algo que siempre es de agradecer cuando ha pasado algo de tiempo entre la publicación de los libros. Tras este pequeño descanso, se lanza directamente a continuar la historia donde la dejó. Savage Crowns es un libro de reencuentros, de ir cerrando tramas y ajustando cuentas con los personajes, pero sin llegar a alcanzar el clímax que quizá esperábamos por lo que se había ido vislumbrando con anterioridad. Wallace apuesta por un cierto continuismo en las estructuras de poder cuando quizá aspirábamos a una revolución total.
Los fuertes personajes femeninos continúan siendo la espina dorsal del relato, escritos con gran cariño y con una evolución tan impactante como creíble. Me parece muy pero que muy acertado el reparto de tiempo entre los puntos de vista del libro, equilibrándolo y ofreciéndonos un poco de cada una de las historias en una mezcla de colores destinados a fundirse hacia el final del libro.
Las intrigas políticas y conspiraciones continúan a la orden del día, pero la verdad creo que en ningún momento llegas a tener por la integridad de los personajes principales, a pesar de las peripecias que sufren. También dosifica en su justa medida las escenas de acción, tan necesarias en un fantasía que aspira a captar nuestra atención.
Estoy deseando saber cuál será el próximo proyecto de Matt Wallace, porque todo lo que he leído suyo ha conseguido entretenerme, bien esta saga o la serie de Sin du Jour.