Me llevé una gran alegría cuando vi que se iba a publicar una nueva novela en el universo de Espacio Revelación, una de las sagas de ciencia ficción de las que guardo mejor recuerdo por su originalidad y el buen hacer de su autor. Así que he de reconocer que no puedo ser del todo imparcial en esta reseña, porque además Reynolds juega mucho con la nostalgia de unos personajes a los que le hemos acabado cogiendo cariño tras tantas y tantas páginas acompañándoles en sus peripecias.
El comienzo del libro es desolador. Quedan muy pocos humanos repartidos por la galaxia en colonias ocultas que sobreviven como pueden con la amenaza de los inhibidores siempre presente. Estas máquinas adaptativas y auto-replicantes creadas con el único propósito de destruir las civilizaciones avanzadas en todo el universo acechan cualquier señal de inteligencia lo suficientemente destacada para caer sobre ellos y destruirlos. Parece que no hay esperanza y que lo único que el porvenir les reserva es una lenta caída en el olvido, pero nunca hay que olvidar la tenacidad del ser humano para continuar luchando.
La estructura del libro es bastante típica ya que se puede dividir en los pasos típicos para completar una misión: reunir al equipo, hacerse con los medios necesarios para llevar a cabo la misión y finalmente realizarla. Pero claro, esto para Reynolds sería demasiado fácil, así que decide elevar las apuestas para que seamos conscientes de la extrema dificultad de la tarea. Si hay que reunir al equipo, la pieza fundamental tiene que tener una amnesia autoimpuesta que le impida recordar su pasado. Si hay que reunir medios, hará falta una tecnología que nos hará pensar en la tercera Ley de Clarke después de un enfrentamiento digno de la Cúpula del Trueno. Y para realizar la misión ni os digo lo que hay que hacer, sirva como muestra el hecho de que “por el camino” tienen que atravesar una estrella.
Además, aquí están presentes todos esos elementos que caracterizan su obra: una imaginación desbordante, verosimilitud científica y algo de terror, rozando el gore en este caso. Pero es que además ahora cobra mucha importancia el elemento emocional, pues aunque Reynolds haya planeado el libro como un nuevo punto de entrada para este universo, en realidad está plagado de homenajes y menciones más o menos veladas a otros personajes que tuvieron su relevancia en el pasado. Hace mucho tiempo de mis lecturas de Espacio Revelación cuando salió en España, pero no por ello he olvidado a los Demarquistas, los Combinados y los Ultras. Así que el fan de toda la vida de Reynolds no podrá dejar escapar esta oportunidad de volver a reencontrarse con alguno de estos personajes.
Os recomiendo encarecidamente que leáis este libro, como prácticamente todo lo que sale de la pluma de este autor.