The Wonder Engine

The Wonder Engine es la continuación de Clockwork Boys, aunque la división en dos entregas de estos libros parece obedecer más a una decisión editorial que a otra cosa, ya que sería perfectamente lógico presentarlo con una sola novela, simplemente eliminando el primer capítulo de este libro que sirve como ligero recordatorio de lo que pasó antes.

El variopinto grupo que se vio obligado a viajar a Anuket City para investigar el origen de los clockwork boys llega a su destino, pero eso no quiere decir que hayan finalizado sus desventuras. Con ese tono desenfadado y divertido con el que T. Kingfisher narra toda la obra, veremos cómo nuestros héroes tienen que desentrañar los misterios de la creación de los engendros metálicos que han desequilibrado la guerra. Pero el hecho de que la jefa del grupo pasara años viviendo en la ciudad y saliera de allí huyendo por causas desconocidas no ayudará en nada a la investigación.

De una manera muy inteligente la autora fue sembrando pistas y elementos en los capítulos anteriores que ahora se dedica a recolectar y ordenar como teselas de un mosaico que solo ahora vemos desplegado en todo su esplendor. La presencia de los gnoles, esas criaturas inteligentes con extraño aspecto que realizan toda las labores sucias que los humanos desprecian comenzó como contrapunto cómico pero toma un carácter más serio y reivindicativo conforme vamos pasando páginas.

Los toques steampunk que ya se entrevieron al principio de la historia ahora estarán más presentes que nunca e incluso hay algunas gotitas de horror sabiamente dosificado. No deja de tener también su importancia la trama romántica, así que no está de más avisar de esta parte a quien espere un libro de fantasía “pura”, si es que eso existe en la realidad.

El audiolibro está narrado por Khristine Hvam, que de nuevo se luce. En esta ocasión llama especialmente la atención el trabajo que hace con las voces de los gnoles, simplemente estupendo.

Es cierto que la resolución de la historia es un tanto acelerada y que hay más de un golpe de suerte que les hace ir por el buen camino, pero no es menos cierto que hemos sido testigos de un camino de maduración que hace cambiar a todos los personajes para mejor que genera alegría interior al lector que ha seguido las desventuras de este conjunto de héroes a la fuerza.

Portada de Where Machines Redeem the Lost

Benjanun Sriduangkaew ha anunciado la publicación el 1 de septiembre de Where Machines Redeem the Lost, la cuarta entrega de su serie Machine Mandate.

Esta es la sinopsis:

Recadat Kongmanee lo ha perdido todo a manos de las máquinas: la mujer que amaba, el premio de héroe que le habían prometido y sus recuerdos. Solo le queda la venganza.

En el Jardín de la Expiación, las inteligencias artificiales ofrecen curación y vuelta a la inocencia. Recadat llega como una reclusa y deberá mantener su fachada mientras prepara una poderosa arma capaz de destruir IAs y así probar que las máquinas no son dioses. Pero se ve arrastrada a juegos de control y obsesión, y está cada vez más cerca de olvidar su verdadero propósito.

No ha llegado sola y un aliado oculto observa desde las sombras para asegurarse de que lleva a cabo su misión… o que no salga del Jardín con vida.

Esta es la portada, que aún puede sufrir alguna modificación:

Black Water Sister

Con esta novela, Zen Cho deja de lado la fantasía histórica de sus dos obras anteriores The True Queen y Sorcerer to the Crown para ofrecer una obra mucho más acorde a los tiempos modernos. Hay que reconocer que el cambio le sienta bien, ya que en vez de utilizar un escenario más que trillado como es la Inglaterra de la regencia nos vamos a Malasia en la actualidad, algo más novedoso y atractivo.

Black Water Sister es una novela que representa perfectamente la Diáspora Asiática, aunque en este caso sus protagonistas vuelven a Malasia tras encontrarse con problemas económicos graves en Estados Unidos. La vuelta a los orígenes lleva muchas cosas asociadas, pero lo que no se esperaba Jessamyn Teoh es que su difunta abuela empezara a hablarle, al haberla escogido como médium para terminar las tareas pendientes que dejó en vida.

Con esta novela nos sumergimos en la cultura malasia, que combina tiburones de las finanzas con templos donde los dioses se manifiestan a través de los humanos, violentas bandas con familiares cotillas en una mezcla que resulta realmente más que entretenida. Me hace especial gracia el control de la vida de los vástagos de los ancianos de la familia, que aunque aquí se describe como una característica esencialmente asiática veo paralelismos claros con nuestro propio país. El hecho de que la protagonistas sea lesbiana no hace si no añadir un grado más de dificultad en mantener el secreto de su vida, ya de por sí bastante expuesta.

Por supuesto, la trama de misterio es el hilo principal de la narración, ya que solo vamos descubriendo poco a poco por qué la abuela tiene tanto interés en proteger el templo de las manos avariciosas del quinto hombre más rico del país, que quiere transformarlo en pisos para su venta con jugosos beneficios. Pero resultan bastante más atractivas las relaciones interpersonales y familiares de Jess.

A veces la narración es un poco atropellada porque están pasando bastantes cosas a la vez pero no resulta excesivamente complicado seguir el hilo.

En cuanto a la narración, mis más sinceras enhorabuenas para Catherine Ho, que lidia con gran pericia con el peculiar inglés que utiliza la autora, trufado de localismos. En ningún momento me ha resultado complicado seguir el libro en parte gracias a su estupenda labor de caracterización.

Se tratan temas de gran relevancia, como el racismo y la homofobia, tal vez no en demasiada profundidad pero se agradece que se hable de ellos. En definitiva nos encontramos ante un libro muy agradable de leer y muy entretenido, que presenta temas de gran actualidad aunque no profundice excesivamente en ellos y que nos deja con ganas de más obras de Zen Cho.

Portada de Spear de Nicola Griffith

Hace un tiempo nos hacíamos eco de la futura publicación de Spear de Nicola Griffith. Allí ya os puse la sinopsis así que hoy os traigo cómo será la portada de esta reinterpretación de los mitos artúricos.

La portada es de Rovina Cai con diseño de Christine Foltzer:

Regarding Ducks and Universes

Una novela que comienza siendo original desde su título y que homenajea de forma clara a las novelas de detectives de principios del siglo pasado con un barniz de ciencia ficción tenía que llamar forzosamente mi atención.

La premisa de la que parte la historia es curiosa. En 1986 se creó un universo alternativo, no sé sabe muy bien por qué y desde entonces es posible viajar entre ambos. Aunque hay bastantes diferencias entre los escenarios también hay similitudes y la autora juega sobre todo con los personajes que tienen un doble en el otro universo para dar lugar a situaciones divertidas o chocantes.

La fórmula no da mucho más de sí y me hubiera gustado que se exploraran otras diferencias entre mundos que no fuera por ejemplo la existencia del libro electrónico y el libro de papel convencional, que parece un elemento fundamental en la diferencia del desarrollo de los dos universos. La narración es amena y es cierto que el misterio no deja de tener su interés, pero la broma se hace un poco larga para el escaso contenido que se ofrece. Tampoco se hace mucho hincapié entre la diferencia que puede haber entre las personas que nacieron antes de la bifurcación, que sí tienen un igual en el otro universo, y las que nacieron después, que no tienen por qué tenerlo necesariamente. Este aspecto también podría haber dado algo más de juego.

En una especie de pirueta metaliteraria la principal preocupación de protagonista es saber si su alter ego se está dedicando a crear una novela de detectives como es su sueño secreto. Esto también dará lugar a confusiones y envidias, que darán vidilla a la narración.

Se trata de una lectura ágil y amena, el típico libro que se lee para una sobremesa sin tener que pensar mucho y que te tiene entretenido un rato. En esta ocasión, yo lo escuché como audiolibro, con la narración de Alexander Cendese, que he de decir que realizar una labor encomiable. Las distintas caracterizaciones de la voz de los personajes hace que sea muy fácil seguir la historia, aún habiendo doppelgangers que forzosamente deberían tener la voz muy similar.

En definitiva es un libro que no pasará a la historia, pero es que tampoco lo pretendía.

The Last Watch

Le tenía el ojo echado a esta novela de ciencia ficción sobre todo por la portada, ¡qué le vamos a hacer!, a mí es que me pones una nave espacial y ya me tienes contenta.

La premisa científica en la que se basa toda la historia es muy interesante, ya que da por hecho que en algún momento en el pasado la expansión de universo se detuvo y se quedó “congelada”. Lo que hay más allá de este límite, llamado The Divide, ha permanecido inmóvil durante mucho tiempo bajo la vigilancia, tal vez inútil, de la Legión, un cuerpo militar con los castigados y exiliados del resto de los ejércitos. Este retiro forzoso, es una manera estupenda de quitar de en medio a los elementos subversivos o simplemente de solucionar problemas disciplinarios de manera drástica. Pero la situación cambiará de repente, como era de esperar y quizá ya no sea un destino tan tranquilo.

La novela tiene dos puntos de vista, el de Cavalon Mercer y el de Adequin Rake. El primero es el heredero díscolo de una de las monarquías más importantes del universo humano y la segunda es una heroína de guerra condecorada. Ambos, por distintas causas, acaban en la Legión. Me gusta el contraste entre la veteranía de Rake y el idealismo de Mercer, es uno de los motores de la novela. Las causas que llevaron a cada uno a la Legión son muy diferentes y no las iremos descubriendo en su totalidad hasta que vamos avanzando en la lectura, pero este no es el principal misterio del libro.

The Last Watch tiene una mezcla bastante descompensada entre la especulación científica y la tecnología que se van encontrando. Aplicando la Ley de Clarke, es tan avanzada que es indistinguible de la magia y eso hace que chirríe un poco en la narración, aunque forme parte inseparable del núcleo de la novela y de su justificación. Esta es el principal escollo con el que me he encontrado a la hora de valorar la lectura.

Los personajes, aunque creíbles, son algunas veces exagerados en su propia idiosincrasia. Vale que uno de ellos tenga memoria fotográfica, pero de ahí a sacarse tres doctorados por no dejar de ir a la Universidad y que sean justo los que hacen falta en cada momento del libro hay un trecho. El sentido del honor en ocasiones es tan rígido que enorgullecería al samurai más estricto. No por ello deja de ser interesante el desarrollo de la historia, pero a veces parece demasiado encorsetada por estas características. Me gustaría que se hubiese hablado algo más sobre la situación política en el resto de mundos y colonias, ya que las referencias a las condiciones de vida de los humanos y la manipulación genética dejan entrever una trama que puede ser interesantísima en las entregas posteriores.

El audiolibro tiene dos narradores: Andrew Eiden y Nicol Zanzarella. Ambos realizan un buen trabajo, pero no encuentro ninguna cualidad especialmente llamativa que destacar.

Aunque esta novela tiene algunos fallos de ritmo, creo que podré hacerme una idea más completa de lo que quiere enseñarnos la autora cuando lea el siguiente libro. Os emplazo a esa próxima lectura para ver si la serie merece la pena.

The Coward

The Coward de Stephen Aryan es una fantasía muy correcta que no reinventa la rueda pero ni falta que le hace para tenernos entretenidos durante algunas horas.

El protagonista de la historia es Kell Kressia único superviviente de una expedición llevada a cabo por un grupo de héroes para acabar con la amenaza del norte que estaba provocando la pérdida de cultivos y la hambruna en los Cinco Reinos. Se unió al grupo por cabezonería, siendo un joven descerebrado y cansino. Ahora, diez años después, los signos del mal vuelven a estar presentes, pero Kell, más maduro y responsable, no desea realizar de nuevo un viaje del que cree que salió con vida de pura chiripa.

Aryan nos relata una historia que cumple punto por punto el viaje del héroe, como hemos visto muchas veces en la fantasía más convencional. No obstante, nos ofrece una vuelta de tuerca gracias al hecho de que sea la segunda vez que realiza la peregrinación, por lo tanto se suma el factor experiencia. De cara al lector sigue siendo novedoso porque no conocemos el viaje anterior salvo por los extractos del cantar que cierto bardo creó a raíz de la primera aventura, que es maniqueo y está manipulado de forma flagrante.

El viaje y la composición del conjunto de héroes también es convencional, aunque los personajes se hacen de querer con sus peculiaridades y características. Quizá la parte que da más empaque a la historia es la intriga política de la que seremos testigos entre bambalinas, entre los reyes y principalmente la cabeza de la iglesia, que es un ejemplo estupendo de los delirios de grandeza de la estructura eclesiástica.

Aunque la historia es bastante lineal, ya que hay que desplazarse desde el punto A al punto B para acabar con la amenaza C, se agradecen las historias añadidas de los miembros de la expedición, que dan un poco más de variedad a la misión. Y una vez alcanzadas las llanuras heladas, se nota cierta épica inspirada en la exploración del capitán Scott que le sienta muy bien a la aventura, que en caso contrario habría sido demasiado tradicional.

The Coward es una novela correcta, quizá no demasiado original, pero que cumple con su papel de entretenernos de forma más que pasable. Deja abierto el camino para una continuación que lógicamente habrá de centrarse más en los tejemanejes políticos que en una nueva amenaza, pero tampoco tengo la certeza absoluta de qué va a hacer el autor a continuación.