Hay libros de ciencia ficción que tienen cierto componente de romance y hay libros centrados en el romance que tienen cierto componente de ciencia ficción. Winter’s Orbit es uno de los de la segunda categoría, aprovechando un pequeño imperio con distintos planetas y la necesidad de diplomacia entre ellos para contarnos una historia de amor. La historia podría ser fácilmente transportable a otro entorno salvo ligeros detalles, pero no por ello perdería su fuerza.
Estando sobre aviso de esta característica, lo cierto es que Winter’s Orbit es un libro maravillosamente disfrutable, con unos personajes de esos que te dan ganas de achuchar. La muerte de Taan, marido de Jainan (representante diplomático de Thea), hace que su viudo tenga que casarse aprisa y corriendo con otro príncipe del imperio para mantener el tratado de paz. El elegido para esta tarea es Kiem, que no tiene lo que se puede decir un historial intachable. Sobre este matrimonio girará todo el libro, ya que los personajes estarán condenados a entenderse a pesar de los muchos impedimentos iniciales.
La relación entre ambos está tratada con gusto exquisito, desde los titubeantes comienzos hasta el desarrollo pleno, pasando por esos momentos tan de comedia romántica que dan ganas de coger a los protagonistas y obligarles a hablar a las claras para que al fin se digan la verdad. No podían faltar las confusiones, las malas interpretaciones y los arrepentimientos que constituyen la salsa de este tipo de historias.
Pero, a pesar de ser bastante típica, no deja de tener detalles interesantes. Me gusta mucho por ejemplo cómo para evitar errores existen distintos tipos de adornos que permiten definir el género de cada persona, sea masculino, femenino o no binario. El hecho de que la relación homosexual no de siquiera lugar a comentario también es importante en cuanto a la normalización de estos matrimonios. El papel de la mujer en el imperio es igual al del hombre, otro triunfo si me permitís que lo llame así.
Un tema muy pero que muy importante en el desarrollo de la historia y que quizá se debería advertir antes de leer el libro es la presencia de violencia y maltrato dentro de alguna de las relaciones mencionadas. Me parece que está tratado con gran sensibilidad, pero no por ello deja de hablarse sobre el estado mental de la víctima, que no cesa de justificar el maltrato por pensar que es culpa suya. Sin ser experta en el tema, creo que es una representación fidedigna del sentimiento que genera en algunas víctimas el maltrato de pareja.
Como digo, la parte de ciencia ficción es ambiental en su mayoría, aunque también aparece una sección en la que se utiliza una tecnología avanzada para acceder a las memorias de los implicados, pero nada más.
Un libro con el que he disfrutado y que me gustaría recomendar, sabiendo de qué se trata, claro.