La violencia en la fantasía urbana tiene la capacidad de perturbarnos más de lo que lo hace esa misma violencia en otros ámbitos como la fantasía épica. El entorno urbano actual la hace más cercana y es por ello que nos afecta más.
Esta pequeña introducción quiere servir como aviso a navegantes, “Blackbirds” es un libro muy perturbador, pero aún así es imposible dejar de leerlo.
Miriam es la protagonista de nuestra historia. Posee la capacidad de ver cómo y cuándo morirán las personas a las que toca y por más que lo ha intentado es incapaz de cambiar este destino. La amargura inunda cada uno de los actos de su vida, ya que no puede entablar ninguna relación con otros, sabiendo lo que el futuro les deparará. Sobrevive a base de robar lo que puede a las personas que sabe que van a morir pronto, como el ave carroñera con la que se suele comparar. En el ambiente en el que se mueve, aparece como una luz salvadora Louis, un camionero amable que intenta defenderla pero que está destinado a un trágico fin en el que ella jugará un papel importante.
El estilo de Chuck Wendig es directo y muy efectivo. Establece unas comparaciones bestiales con un humor negro pasado de vueltas en la mejor tradición de los escritores noir como Philip Kerr. El ritmo de la lectura es acelerado, pero porque el autor así lo desea y se puede describir el último tercio del libro como un descenso en un viaje en montaña rusa que no quieres mirar pero del que no puedes retirar la vista. También hace uso de flashbacks y cortes en la narración que están perfectamente situados para relajar la tensión que va in crescendo en el libro y luego seguir pisando el acelerador sin concesiones.
Los personajes merecen un párrafo especial para ellos solos. Todos están sólidamente construidos y son creíbles, pero es que Miriam sobresale por encima de los demás como el alma torturada que es y que se revuelve ante la injusticia de su existencia.
La violencia de la que hablaba al principio del artículo puede suponer una barrera de entrada para algunos lectores, aunque incite a otros. Pero creo que se debe dar una oportunidad a “Blackbirds”, hacer de tripas corazón y enfrentarnos a este libro con la mente abierta.
Chuck ha ganado definitivamente mi voto para el Campbell, porque aunque guardo buen recuerdo de “Of blood and honey” de Stina Leitch, veo en él a un escritor más completo.
Para cerrar el artículo quería mencionar que la portada me parece magnífica. Joey Hi-Fi tiene unos trabajos realmente buenos.
8 respuestas a «Blackbirds»