Está claro que hay alguna relación indisoluble entre la fantasía cozy y el té, porque no hay libro que no se encuadre en este subgénero que no esté regado con litros y litros de infusión. Esto de por sí no tiene que ser malo, pero me gustaría que aparte de eso sucediera algo más en la novela y es algo que en Can’t Spell Treason Without Tea se echa mucho en falta. Un conflicto, algo que nos haga tener más interés por la historia, porque tanto buenrollismo altera menos la tensión que un vaso de agua destilada a palo seco.
Can’t Spell Treason Without Tea es la historia de una pareja un tanto inverosímil, una guardia real y una poderosa hechicera, que sueñan en secreto con huir y montar una librería con servicio de te. Porque claro, cuando eres capaz de derrotar dragones con el chasquido de dos dedos o vas aniquilando amenazas que penden sobre tu soberana, es muy normal pensar en pastitas de té.
En un mundo poblado de dragones y con intrigas palaciegas variadas, lo mínimo sería que hubiese algo de tensión, pero es que todo les sale rodado a las protagonistas. La guardiana que no debería dejar su puesto bajo pena de muerte se escapa del palacio con una facilidad apabullante, la hechicera ultrapoderosa que debería estar defendiendo el reino tiene tiempo para tratar las impermeabilidades del granero que convierten en librería, y las situaciones más conflictivas y peligrosas a las que se enfrentan son una herida infectada y una caída en altura (el PRL de la fantasía deja bastante que desear).
Las relaciones interpersonales que también deberían ser un pilar en este tipo de libros se dan por supuestas. Llegamos al pueblo y ya son todos amigos para siempre cual canción de Los Manolos. Y los dos supuestos gerifaltes del pueblo al que van a parar, enfrentados por el poder, ya sabemos cómo van a acabar desde el minuto uno. Cero desarrollo de personajes.
Mira que la narración de Jessica Threet intenta arreglarlo, pero el material de partida es bastante pobre. Me temo que Rebecca Thorne no va a estar entre mi lista de autoras que seguir.