Rose/House es una novela corta de Arkady Martine inspirada por los misterios de habitación cerrada del más puro estilo detectivesco del siglo pasado, pero con un toque de futuro cercano gracias a la presencia de la inteligencia artificial y a unos velados comentarios distópicos.
La novela es tan corta como para resultar en ocasiones frustrante por la falta de detalles, es parca en personajes pero consigue crear una tensión y una inquietante sensación de inseguridad alrededor de ellos e incluso se permite el lujo de hablar sobre el maltrato psicológico de las figuras de poder. Lo que ha conseguido Martine con Rose/House es loable, pero creo que no está destinado a todos los públicos.
Rose House es el mausoleo de Basit Deniau, un arquitecto genial del que se dice que todas sus casas estaban malditas, así que es de suponer que su obra cumbre, donde pasará el resto de la eternidad convertido en una estatua de diamante, también lo estará. Controlada por una inteligencia artificial que es la propia casa, es objeto de codicia de todos los grandes estudios de arquitectura del mundo, ya que en su interior está el legado de Deniau, todos sus planos, sus controvertidas ideas y sus planes de futuro. Pero solo tiene acceso a ella y solo por una semana al año la doctora Selene Gisil, la “protegida” del celebérrimo arquitecto. A pesar de las posibilidades, Selene no es capaz de permanecer ni siquiera una semana en este enfermizo y controlador entorno. Pero tendrá que hacer de tripas corazón cuando aparece un cadáver en la casa y la IA se ve obligada a reportarlo a la policía local.
Las reflexiones sobre el futuro de la IA quizá se ven lastradas por la escasa longitud de la obra, pero son semillas que la autora va sembrando en la mente del lector para que cada uno vaya sacando sus propias conclusiones. Quizá el misterio en sí no sea lo más relevante del libro, pero sí que sirve como detonante de la narración, siendo vehículo conductor y el tejido conectivo que permite a Arkady Martine presentar sus ideas.
Una novela eminentemente atmosférica de lectura más que recomendable.