Volvemos a dar la bienvenida a Antonio Díaz y su sección Click and Read. Hoy nos hablará de otra aventura gráfica con una pinta excelente.
The Dark Eye: Chains of Satinav es una aventura gráfica de corte fantástico relativamente reciente (2012) en la que Geron, el hijo de un artesano local, utiliza sus extraños poderes para evitar un desastre que se cierne sobre la ciudad. A pesar de la estereotipada sinopsis, nos encontramos ante un juego que destaca sobre los títulos contemporáneos por varias razones.
La ambientación no fue creada específicamente para el mismo, lo que suele ser habitual, sino que se basa en un juego de rol germano de fantasía épica de papel y lápiz llamado Das Schwarze Auge (The Dark Eye). Aunque al lector casual pueda no sonarle, The Dark Eye es el juego de rol más exitoso en Alemania, donde incluso supera en ventas al popularísimo Dungeons & Dragons.
La ventaja inherente de utilizar un juego de rol de papel y lápiz como base para cualquier producto es la riqueza del mundo y la ambientación. En Chains of Satinav este tremendo escenario no parece explorarse del todo, pero se intuye que el juego está sostenido por unos sólidos cimientos de historias, leyendas, personajes y facciones. He jugado a otros juegos ambientados en este universo (destacando Blackguards), y en éstos se aprovecha un poco más el mundo de The Dark Eye con la presencia de elfos, enanos y un escenario más amplio.
Chains of Satinav fue diseñado por Daedalic Entertainment, posiblemente la compañía de aventuras gráficas más potente de los últimos años (si exceptuamos quizá a Telltale Games, y todo esto esquivando la discusión si sus títulos son aventuras gráficas o más bien películas interactivas). El poderío de Daedalic y su buen hacer se notan en una banda sonora simplemente gloriosa (no hay canción mala y la mayoría son excelentes) y un doblaje profesional. Mi única pega en este campo podría ser que la voz del protagonista me resulta un tanto patética a veces, por lo suplicante de su tono. Pero es claramente una apreciación personal y no he visto que sea compartida por la crítica.
El arte y diseño del juego es mucho más moderno, dejando a un lado ese pixel art y la nostalgia que lo acompaña. Chains of Satinav tiene escenarios y personajes dibujados a mano y renderizados, y cuenta con la ocasional imagen de transición entre capítulos a pantalla completa.
El nivel de los puzles es tirando a alto, y más de uno lo encontrará desafiante. Los poderes de Geron suponen una herramienta de variedad alejada del clásico “hablar/observar/combinar/dar/usar” y sirven para aumentar la dificultad. Hay ocasiones en las que su aplicación no resulta demasiado intuitiva (amén de que es más difícil recordar que tienes la posibilidad de, por ejemplo, romper ciertas cosas con la mente a voluntad). Aunque conseguí superarlo sin acudir a una guía, hubo un par de momentos donde lo tuve que quitar y volver al día siguiente, porque no lograba hallar la solución a alguno de los problemas planteados.
El punto más fuerte del juego es su argumento (cosa que siempre se agradece en las aventuras gráficas). Chains of Satinav es una historia con un fuerte componente dramático y fácilmente te involucras en la historia y temes por los protagonistas. La verdad es que en la historia de los juegos point & click parecen predominar los humorísticos por encima de cualquier otro tipo, pero Chains of Satinav nos recuerda que existen otros enfoques más profundos e igual de satisfactorios.
Como buen título de Daedalic, The Dark Eye: Chains of Satinav suele encontrarse en oferta, a veces unido a un pack de aventuras de la compañía germana o a otros juegos ambientados en el universo Das Schwarze Auge. Es una de mis aventuras gráficas favoritas de la última década y un título que va de menos a más y no decepciona al perseverante. Aunque es una historia autoconclusiva ha sido continuada por Memoria, del mismo estudio, título que trataremos en otra ocasión.