Desde hace bastante tiempo quería leer alguna novela de Tobias S. Buckell pero por alguna razón u otra nunca encontraba el momento. Cuando al final leí Crystal Rain me encontré una historia muy entretenida y que probablemente si la hubiera leído antes me hubiera gustado más, por que en estos momentos resulta más difícil sorprenderme.
La idea sobre la que pivota la obra es cómo continúa la vida tras la colonización de un planeta, cuando se pierde el contacto con la “potencia colonizadora” . En esta caso en particular, el planeta Nanagada fue colonizado a través de un agujero de gusano, pero dejó de estar operativo hace generaciones. Aunque aún se recuerda y de hecho algunos de los primeros colonizadores sigue vivos gracias a la nanotecnología de sus cuerpos, en realidad el nivel tecnológico ha retrocedido tanto que lo más avanzado son dirigibles y barcos de vapor. Esta pérdida de tecnología se intenta paliar con la investigación de ruinas antiguas, pero es tanto lo que se ha perdido que no se puede compensar.
El protagonista de la novela es John deBrun, un extraño que hace años apareció en las costas con amnesia permanente, por lo que no recuerda nada de su pasado. Este es un recurso un tanto manido en la literatura, pero el autor no abusa de él en general, salvo en algunos tramos. La presencia de razas alienígenas a las que los nativos idolatran como dioses es todo un acierto, pues vemos como desde las sombras van moviendo los hilos en un conflicto aparentemente irresoluble.
Aunque es claramente una novela de ciencia ficción, gran parte de su longitud se podría adscribir perfectamente a los libros de aventuras, con cierto toque a lo Julio Verne me atrevería a decir.
En este contexto, lo realmente llamativo del universo planteado por Buckell es la mezcolanza de razas y culturas que conviven en Nanaganda. Basándose en el Caribe, pero también con representantes europeos e incluso chinos y unos ominosos aztecas que viven al otro lado de las montañas y que suponen una amenaza constante. Esta interacción de culturas antiguas, que negocian y se entremezclan es el sustento principal del libro y lo que me anima a seguir leyendo las siguientes entregas para conocer más el universo Xenowealth. Para ser una primera novela, el resultado es notable.
Llamativa reseña, tanto que me hizo investigar sobre el autor. Encontré que The Crystal Rain es del 2006, que la saga consta de 4 libros, y eso está bien. Lo que me decepcionó fue descubrir que aparte de esta saga el autor ha escrito bien poco, y de lo poco, parece que todo (o buena parte) en el universo Halo, en el que no tengo mayor interés. Por supuesto, no puedo decir más sin leer la novela, pero como en general, me concentró en autores que se retroalimentan del género, creo que a pesar de lo mucho que me entusiasmaron tus comentarios, pasaré.
Tobias también tiene bastante producción en relatos cortos. Es un asiduo de muchas antologías. Quizá por ahí le puedas dar una oportunidad.
Bien. He ehecho una investigación más profunda y me averguenzo de mi propia ignorancia. Tobias es un gran colaborador en la comunidad de ciencia ficción, y por lo tanto ya no tengo excusa para no leer su saga.