Cuatro macronovelas

Hace unos meses Alvaro Zinos-Amaro inició un hilo en FB que me pareció muy curioso. En él pedía sugerencias sobre autores en cierto modo “especializados” en novelas muy largas. Allí surgieron varios nombres y me dio la idea de escribir este artículo, no sobre estos autores si no sobre algunas de sus obras. Me he autoimpuesto la limitación de no incluir novelas de fantasía épica, que parece que casi por definición tienen que sobrepasar las 500 paginas.

¡ADVERTENCIA! Si alguno de estos libros os llama la atención, preparad vuestras agendas para estar días o incluso semanas atrapados en ellos.

La estrella de Pandora – Judas desencadenado

El primer nombre que se viene a la cabeza cuando pienso en autores de novelas gigantescas es Peter F. Hamilton. Soy una gran admiradora de su obra, pero el libro que me convenció completamente al leerlo y que me fascinó muchísimo fue La estrella de Pandora. En realidad, creo que La estrella de Pandora – Judas desencadenado son un solo libro que se partió en dos por razones de supervivencia de la especie, ya que si se hubiera publicado en un solo volumen el peso del libro hubiera traspasado la corteza y llegado al núcleo terrestre. La complejidad de la narración, la ingente cantidad de personajes y el alcance de la historia podrían ser excesivos, pero un Hamilton en estado de gracia consigue escribir de una forma tan amena y absorbente que no puedes dejar de leer.

Jonathan Strange y el señor Norrell

Esta novela es una oda a la nota al pie de página. Un recurso al que se resisten muchos escritores y editores porque interrumpen el flujo de lectura, pero que puede proporcionar una ingente cantidad de datos para el trasfondo de cualquier novela, más aún en una situada en una historia alternativa. Solo se me ocurre otro escritor que haga tanto uso (y abuso) de las notas como Susanna Clarke y ese es Jasper Fforde.

Indudablemente tanta nota añade volumen a un libro ya de por sí largo. Pero esto es solo un añadido más a un mundo fantástico con dos personajes con maneras muy distintas de entender la magia, pero que están condenados a entenderse. El estilo arcaico de escritura dificulta un poco la lectura pero el trasfondo de las guerras napoleónicas está excelentemente conseguido.

Criptonomicón

Aunque en inglés se publicó como un solo volumen, en España se dividió en tres en un principio. El estilo de escritura de Neal Stephenson, plagado de infodumps, encuentra en esta novela ajustado equilibrio con la trama propiamente dicha. Aparecen dos hilos temporales, en la Segunda Guerra Mundial y en la actualidad, que se van entremezclando a lo largo de la novela. La base en la que se sustenta toda la historia son las matemáticas y la criptografía, ambos campos que pueden resultar áridos para el lector no especializado. No obstante, el autor consigue bajar el nivel de sus explicaciones para hacerlo bastante asequible.

Otras novelas de este autor que podrían haber tenido cabida perfectamente en este artículo son Seveneves o Reamde, pero creo que Criptonomicón es un mejor ejemplo del estilo de Stephenson.

Marte rojo

Kim Stanley Robinson es también un autor al que tener en cuenta cuando se trata de vender libros al peso. La trilogía de Marte, compuesta por Marte Rojo, Marte Verde y Marte Azul sigue siendo mi favorita del autor y en concreto su primera entrega es uno de esos libros que te deja marcado, y no solo por los músculos que tienes que desarrollar para leerlo. La aplicación de la ciencia pura y dura a un proyecto tan atrayente como es la terraformación de otro planeta es terreno abonado para el ensayo, pero conseguir “novelizarlo” es un reto del que creo que Robinson salió bien parado.

Sé que me dejo muchos libros en el tintero, como La broma infinita de David Foster Wallace o Animal Money de Cisco, sugeridos por mis compañeros fantascópicos, pero me gustaría saber también vuestras sugerencias. ¿Jerusalem de Moore?

2 respuestas a «Cuatro macronovelas»

  1. También si te pones tienes los dos tochales de Sanderson con El camino de los reyes y Palabras radiantes, que va a 1200-1300 páginas por libro el hombre. Tengo pendiente y ganas de leer Jonathan Strange y Mr Norrell, la mini serie me encanto. Y Criptonomicon también, que Seveneves me gusto bastante (pese a esas 200 páginas finales que sobran) como para leer más de Stephenson 🙂 Un abrazo^^

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