Durante mucho tiempo Neal Asher había pasado desapercibido para mí. A pesar de la etiqueta de space opera sobre su obra y de su innegable fama allende los mares, reconozco que nunca había leído nada suyo. Tampoco es que ayudara su escasísima publicación en español (no hace tanto que di el salto a leer en inglés).
Las buenas críticas recibidas por Dark Intelligence me hicieron decidirme y ya se sabe que nunca es tarde si la dicha es buena.
En esta primera entrega de la saga Transformation encontraremos muchas de las características que definen la ciencia ficción militarista. Enfrentamientos utilizando desde la más avanzada tecnología al más que satisfactorio cuerpo a cuerpo. Asher no se corta para nada en las descripciones de mutilaciones, desmembramientos y demás casquería, así que si tienes el estómago algo sensible no estaría de más que te tomaras un Omeprazol al empezar a leer. Creo que es importante hacer hincapié en ese toque de terror imbuido en la narración, a lo Reynolds en algunas obras.
Sería miope quedarse solo en este nivel de lectura. Lo cierto es que las conspiraciones de las inteligencias artificiales que pueblan el universo de este autor merecen una reflexión más sosegada, algo que el ritmo endiablado de la novela quizá dificulte. Pero, ¿cómo vamos a quejarnos mientras nos los estamos pasando pipa?
En muchos momentos me he encontrado comentando el libro y realizando paralelismos con otras obras: de género, como La isla del doctor Moreau o de otros ámbitos, como los vídeos de Félix Rodríguez de la Fuente (cuando lo leáis me entenderéis). Reconozco que estas comparaciones, simplistas y divertidas, no le hacen justicia a la novela, pero la mente divaga en estos calores estivales.
Un lector avezado en las lecturas de otras novelas de Asher sin duda habrá disfrutado con lo que a mi entender son referencias a algunos libros dentro de su obra publicada. Aunque no es mi caso, creo que el autor realiza una muy buena tarea en hacer accesible su universo desde el primer momento para los neófitos. Dark Intelligence parece un buen punto de entrada para el universo de Asher, algo que pienso utilizar para seguir disfrutando. Ven aquí, War Factory, no te despistes mucho.