Hay libros que hacen que te vuelvas a enamorar de tu género favorito. Diamond dogs, Turquoise days ha conseguido que vuelva a mirar a la ciencia ficción con la esperanza de maravillarme en la lectura.
Las dos novellas que conforman el libro están situadas en el universo de Espacio Revelación. En la primera hacen referencia a Calvin Sylveste y al monumento a los Ochenta, así que si conocemos las historias desarrolladas en otros libros de Alastair Reynolds, disfrutaremos aún más de estas.
Diamond dogs tiene todo lo bueno que nos puede ofrecer Reynolds, elevado a la máxima potencia. Un objeto de origen desconocido que hay que investigar, algo de humor con referencias a Indiana Jones y la película Cube, algo de gore, acertijos matemáticos… La tensión de la narración va en aumento conforme vamos pasando las páginas y lo único que sigue moviendo a los personajes es el ansia de conocimiento, algo muy en línea con la nueva space opera en la que todas las necesidades están cubiertas, salvo la curiosidad innata al ser humano. Cuando llega el momento de las revelaciones, aunque en parte lo podíamos esperar no deja de sorprendernos. Y, ¿qué decir del final? Un broche de oro. Diamond dogs ha pasado directamente a mis lecturas favoritas de todos los tiempos.
Turquoise days es también una muy buena novella, aunque palidece en comparación con la anterior, que es simplemente espectacular. Una historia sobre un mundo en el que se investiga a los malabaristas de formas de una forma alejada al resto del universo, aunque el hilo conductor del relato es la relación entre dos hermanas que se sumergen en este océano vivo para volver cambiadas… o no volver.
Si alguna vez sentiste curiosidad por la forma de vida conocida como malabaristas de formas, aquí encontrarás mucha información, siendo este el principal aliciente de la lectura, que complementa a las demás novelas de este autor situadas en Espacio Revelación.
Una lectura imprescindible.