Muy de vez en cuando encuentro algo de tiempo para jugar, así que se agradece enormemente que el juego sea bueno y que te permita grabar en cualquier momento, lo cual se cumple en este Dishonored.
La ambientación retrofuturista del juego es espectacular. El aceite de ballena y su utilización ha dado lugar a una especie de revolución industrial en este mundo, donde los combates se siguen entablando con espada, aun habiendo pistolas y ballestas. La luz de los candiles ilumina los hogares aunque la energía eléctrica se utiliza para crear barreras de seguridad impenetrables. Pero todos estos desarrollos pueden quedar en nada cuando una enfermedad mortal muy contagiosa campa a sus anchas por la ciudad, de la mano de la corrupción de las altas esferas más preocupadas por su hedonismo que por hacer frente a la invasión de ratas portadoras de la plaga.
Al comenzar el juego, vemos cómo asesinan ante nuestros ojos a la emperatriz y nos condenan por ello. ¿Conseguiremos escapar y proclamar nuestra inocencia?
Existen varias formas de avanzar por la historia. La directa es a sangre y fuego, enfrentándonos a todos los enemigos para conseguir nuestros objetivos. La indirecta, la que he utilizado yo, es más sutil. Hay que infiltrarse a través de los resquicios de la seguridad, intentando no alertar a nadie. El arsenal de armas y poderes a nuestra disposición es muy variado, dejando a nuestra imaginación las posibles combinaciones de magia y estrategia para conseguir nuestras metas. Esto es todo un acierto por parte de los programadores, ya que eleva la rejugabilidad de Dishonored y nos permite buscar nuevas soluciones en cada partida. También podemos volver a jugar para encontrar todos los extras ocultos, pasarnos el juego sin matar a nadie…
En el apartado gráfico, hay que destacar los escenarios, calculados al milímetro para que el jugador tenga muchas opciones para avanzar en la trama. También se exprime al máximo la capacidad de la consola de la generación anterior, con un resultado muy conseguido.
En la parte negativa, el control algunas veces no es todo lo preciso que debería, por lo que a veces nos vemos forzados a repetir acciones que ya tenemos dominadas pero que no han dado el resultado esperado. Llegado un cierto punto del juego, ya sabemos cómo va a avanzar la historia, en la que tienen cabida muchos tópicos del género.
Según las decisiones que hayamos tomado a lo largo del juego el final será distinto, algo típico en estos juegos, pero que se agradece.
Un juego muy muy recomendable para todo el que le guste la infiltración. No puedo opinar sobre el juego como FPS, pero no tiene mala pinta.