Esta nueva entrega de la serie “El día D” me parece menos interesante que las anteriores (reseñadas aquí y aquí). Aunque la premisa de la que parte podría dar mucho juego, al final todo queda en agua de borrajas.
Si la ofensiva aliada se hubiera visto retenida por condiciones meteorológicas adversas, la derrota alemana hubiera llegado más tarde y los soviéticos hubieran conseguido llegar hasta París, la ciudad de las luces se hubiera convertido en el centro de la Guerra Fría.
¿Llamativo? Sin duda, para alguien a quien le gusten las historias de espionaje. Pero la historia del gigoló-agente secreto (menuda combinación) Saint-Elme no se sostiene. Cuando se produce un asesinato en el área soviética y se solicita colaboración en las investigaciones, este reconocido espía es el elegido, dando al traste con cualquier sutileza en la infiltración. La autoría de las muertes es tan obvia desde el primer momento que el resto de la intriga política pierde fuelle. Me parece que en esta entrega Duval y Pécau no han conseguido desarrollar la trama en su totalidad.
En el apartado gráfico Gaël Séjourmé cumple con su cometido, aunque las expresiones faciales de los personajes dejan mucho que desear y se siente cierta frialdad en el dibujo. El color, sobre todo en las escenas nocturnas, sí es bastante destacable.
Creo que compraré la siguiente entrega de “El día D” para darle una nueva oportunidad a los autores y porque creo que cambiarán de temática, dejando un poco de lado la Segunda Guerra Mundial y sus consecuencias. Hay mucha historia que explorar.