A veces me da la impresión de que leo mucha más fantasía que ciencia ficción, aunque normalmente se trata de ciclos que se suceden el uno al otro. En esta ocasión ha sucedido lo contrario, he leído varios libros de ciencia ficción seguidos y los he disfrutado tanto que es bastante probable que siga con la tendencia.
Gareth L. Powell nos presenta en esta obra una aventura espacial con varios puntos de vista bastante bien engarzados. Parece innegable la influencia de otros autores de space opera del Reino Unido y otros países, pero una vez aceptada esta impronta se puede disfrutar perfectamente de una lectura ligera y agradable.
Me gustaría destacar la presencia predominante de las mujeres entre los miembros de esta novela coral. Además, ocupando puestos de importancia en el escalafón militar o en las organizaciones paramilitares. Un detalle que me llama la atención especialmente es que las inteligencias artificiales que controlan las naves se definan como femeninas, debido a las células humanas que se utilizaron en su creación. En este sentido he de decir que estas Mentes me recuerdan más las de Aliette de Bodard que a las de Iain M. Bank. Tienen un lado humano que puede dar mucho juego, ya que son capaces de sentir remordimiento, por ejemplo, a pesar de actuar cumpliendo órdenes.
Otro tema que se trata en la novela es la exoarqueología, aunque solo sea de pasada. Aquí se nota también la influencia de Jack McDevitt o de Diamond Dogs de Reynolds. El legado de civilizaciones desaparecidas puede ser causa de conflicto en la actualidad, siempre que se busque el beneficio personal por encima del comunitario.
Tenemos también presencia de alienígenas, pero el rol que desempeñan es bastante secundario. Estamos ante una historia humana con algunos elementos extraterrestres, pero no demasiados.
De nuevo, nos encontramos ante un libro de tono marcadamente optimista. Aunque comienza con una acción militar devastadora, hay un camino de redención para los implicados en esta cruenta batalla que sirve como punto de inflexión en la vida de muchos de los implicados. Me encanta que exista una flota privada sin ánimo de lucro destinada a rescates inverosímiles y que acaba siendo el destino final de muchas almas descarriadas.
A pesar de estos elementos positivos, Embers of War carece de originalidad en sus planteamientos, suena a historia ya conocida. Como entretenimiento veraniego tiene su valor, pero no esperes encontrar maravillas de creación de mundos o ideas rompedoras, porque no es el sitio.
Embers of War es una space opera con elementos clásicos resuelta con oficio y elegancia y que deja preparado el terreno para unas continuaciones que se antojan bastante interesantes.