Hace un tiempo hubo una oferta de Orbit que ponía a un precio muy atractivo algunos novelas de debut. Entre otras, me hice con Empire of Sand, atraída por la promesa de una historia fantástica en una ambientación distinta de la habitual.
Ciertamente, la ambientación cumple lo que promete. Basado en una parte de la historia de la India desconocida para mí (el imperio mogol) nos encontramos ante una época de excepcional expansión del imperio con un sistema mágico basado en el control a través de la danza de los sueños de los dioses durmientes. Por esa parte, poco hay que objetar.
Por desgracia, la novela no funciona en la lectura. El ritmo es exasperantemente lento, parsimonioso hasta decir basta. Los capítulos pasan por delante de nuestros ojos a cámara lenta, mientras la protagonista practica y practica los movimientos necesarios para perpetuar en el poder al líder religioso del imperio. Si al menos hubiera alguna intriga palaciega podría aumentar mi interés, pero no es así, porque todo el personal adora al líder.
El problema no es solo la forma en qué está contada la novela, si no también lo que se cuenta, que despierta muy poco interés. Se podría haber explorado el conflicto de castas entre los nobles y los Amrithi pero solo sabemos que los segundos están oprimidos y están dejando de aparecer por las ciudades. La descripción del mundo no tiene profundidad, solo hay unas cuantas ciudades que merecen mención y lo demás parece un vacío impenetrable.
Además, hacia el final del libro la trama avanza a base de casualidades y el final es tan previsible como aburrido. Y los personajes no se salvan de la quema. Al principio pudiera parecer que la protagonista va a ser una mujer fuerte a pesar de haber sido criada en el privilegio, pero esto es solo un espejismo. El resto del libro se deja llevar de un lado a otro y se convierte en un cascarón hueco, como el resto de los personajes.
Un libro decepcionante.