En un futuro tan cercano como el año 2035 la ficción escrita está prohibida en el Reino Unido. Un cambio muy radical, ya que condena al ostracismo a escritores, editoriales… un giro de 180 grados en la vida de Fern, la protagonistas de End of Story, una viuda de mediana edad que de ser ganadora de los premios más prestigiosos de novela pasa a ser una limpiadora anónima acosada por las fuerzas del orden, que no se fían de que haya dejado de escribir como es ley.
Estamos, por desgracia, muy acostumbrados a distopías, pero esta me llamaba especialmente la atención por que la víctima del poder era la ficción, algo sin lo que creo que sinceramente no podría vivir. ¿Toda la vida condenada a leer solo obras de no ficción? Para cualquier lector empedernido como yo, sería peor que la muerte. Y no quiero ni imaginar que sería para los escritores, aunque Louise Swanson lo va plasmando muy bien en este libro.
Desde el principio, hay algo que no me cuadraba en la narración de la historia, quizá el momento temporal o el escasísimo esfuerzo que había tenido que llevar a cabo el gobierno de las Islas para imponer un modelo que supondría la ruina económica de un tejido empresarial muy poderoso. Además, algunos pequeños detalles de la historia no terminaban de encajar. Creo que la autora lo ha hecho ex profeso para hacernos reflexionar sobre estas incongruencias, que serán la puerta de entrada a los verdaderos secretos del libro. Hay que decir que la narración de Sophie Bentinck se adapta como un guante a esa sensación opresiva y claustrofóbica que la autora quería transmitirnos.
Para la resolución de la trama, la autora decide desencadenar una espiral descendente de barbaridades que desestabilizan el sentido común del lector, ya que se enfrenta a políticas de sanidad inaceptables que progresan sin problemas por la legislación. Pero no hay más que mirar a nuestro alrededor para ver que los hechos disparatados a los que hace referencia la autora pueden venir derivados perfectamente de lo que ya está ocurriendo con el NHS, llevado al extremo. Hay un fuerte componente reivindicativo en el libro, sobre todo en materia social.
No quiero entrar más en detalle porque parte de la gracia del libro es ir descubriendo por uno mismo hacia donde nos lleva la narración, pero creo que End of Story es un libro recomendable por su capacidad para inducir la paranoia con los más nimios detalles.