Seanan McGuire es una escritora muy prolífica, que publica tanto bajo su nombre como bajo pseudónimo, pero aparte de algún que otro relato suelto no había leído su obra. Con las muchas recomendaciones que ha tenido Every Heart a Doorway, por gente con criterio reconocido como @odo y @mertonio y con la puntilla final de Tor que lo puso gratis durante un tiempo, ya no había más excusas. Y encima, acaba de ganar un Nébula.
Y tengo que dar las gracias a todas estas circunstancias, porque me he encontrado una obra muy entretenida y con más calado del que podría parecer. No nos encontramos ante una simple historia de fantasía si no ante algo más.
La acción se sitúa en la Eleanor West’s Home for Wayward Children, un asilo para niños “especiales”. La particularidad de los acogidos en esta mansión es que en algún momento viajaron a un mundo mágico, pero ahora han vuelto a la “realidad” y no consiguen adaptarse. No todos los mundos son iguales, se clasifican por unas reglas que no se especifican mucho pero que parecen tener cierto orden y lógica.
¿Qué ocurre cuando una niña (porque casi siempre son niñas) vuelve de su mundo de fantasía? Dependiendo del tiempo transcurrido y de lo vivido, la dificultad para adaptarse de nuevo al mundo será mayor o menor. En la mansión hablarán sobre sus experiencias con otros afectados y quizá, solo quizá, vuelvan a encontrar la puerta que les lleve a su mundo de fantasía.
El entorno, como veis, da mucho juego. La historia en sí deviene en un misterio no muy complicado, pero los coloristas o peligrosos mundos que crea la autora como origen de los acogidos son un derroche de imaginación. Pero lo que es aún más importante, el libro puede ser un vehículo para establecer paralelismos con situaciones reales de las que es necesario recuperarse.
Como bien indica Elías y permitidme que lo cite:
Pero también puede ser vista como una metáfora de muchas, muchas cosas diferentes: enfermedad mental, adicción a las drogas, amor no correspondido, salir del armario, embarazos no deseados, acoso escolar… o, simple y llanamente, la adolescencia con la confusión e inquietud que muchas veces conlleva.
Un seudónimo de la autora es Mira Grant, conocida por sus historias de zombies. Este toque de terror y gore también está presente en esta obra, pero en ningún momento parece excesivo. Además quizá para compensar este aspecto, al final de la historia se incluyen algunos capítulos contando la “intrahistoria” de dos de los personajes. ¡Y no pude dejar de reír mientras lo leía! Indudablemente porque me sentía identificada, pero también porque la vis cómica de la autora corre irrefrenable por estas últimas páginas.
ACTUALIZACIÓN : Me dice el siempre vigilante Elías que estos capítulos de “intrahistoria” son en realidad el comienzo de la siguente entrega, Down Among the Sticks and bones y no forman parte propiamente de Every Heart a Doorway. Lamento la confusión y me dan muchas más ganas de leer el siguiente.
Every Heart a Doorway es un contendiente a los Hugo muy a tener en cuenta en su categoría.
Hola 🙂 Lo tengo en el kindle justo por ese día que estuvo gratis y me tire a por él. Le tengo muchas ganas. Pero debo postergar las lecturas en inglés hasta después del verano que vuelva a tener tiempo y fuerzas para concentrarme. Pero esta caerá de las primeras. Un abrazo^^
Debes ser la única persona que DESPUÉS del verano tendrá tiempo y fuerzas.