Hoy tengo la suerte de traeros otra reseña conjunta con @mertonio, que ha sido tan amable de leer el libro conmigo y compartir sus pensamientos respecto a la obra.
El comienzo de Fate of the Fallen no puede ser más convencional. La localización es el clásico pueblo apartado de la civilización, del que prácticamente nadie ha salido a viajar y que vive una existencia idílica. La principal tarea de Mathias es estudiar y decidir a cuál de las chicas del pueblo va a llevar al baile.
Creemos que la novela toma un camino trillado cuando se revela la condición de Elegido (música de fanfarrias) de Mathias, destinado a salvar el mundo como tantos y tantos otros protagonistas de novelas de fantasía. Pero, en un brusco giro de los acontecimientos, Mathias perece nada más salir del pueblo.
En este sentido recuerda un poco al cambio de enfoque de los típicos tropos fantásticos con los que tanto nos agradó Adrian Tchaikovsky con su Redemption’s Blade.
En ese libro se presenta un mundo que ya ha vencido al Lord Oscuro y en el que los héroes se tienen que replantear su condición (¿cómo puedes ser un héroe si ya no hay un villano?). En Fate of the Fallen los personajes se enfrentan a una profecía que ya no puede cumplirse y a un final en el que inevitablemente la luz acabará pereciendo. ¿Cómo puedes seguir luchando con esperanza de victoria cuando el único con posibilidades de vencer al mal ya no está entre nosotros?
Y sin embargo, la tenacidad de Aaslo, el mejor amigo del Elegido (música de fanfarrias) y verdadero protagonista del libro, sirve como guía e inspiración al resto de personajes secundarios que aparecen a lo largo de los capítulos.
Kade combina la narración habitual de fantasía con una segunda trama, complementaria, que utiliza para revelar el funcionamiento del mundo donde se desarrolla la acción, desde el punto de vista de un reaper, una especie de valquiria encargada de recoger las almas de los muertos. Es la parte narrada por este personaje la más sorprendente, llena de buenas ideas y frescura. También aprovecha para presentarnos un panteón poco original pero que tendrá un papel destacado en el desarrollo de la novela.
Fate of the Fallen es un clara primera entrega de una saga más larga: presenta muchos elementos, resuelve algunas cuestiones (aunque deja muchas más sin contestar) pero no acaba para nada en este primer volumen.
Es importante destacar el humor del que hace gala la autora. A pesar de la inevitabilidad de los hechos que presenciamos, seremos testigos de algunos diálogos (o soliloquios) que nos harán sonreír más de una vez. Los malentendidos y quizá el descenso a la locura de Aaslo estará endulzado por estos momentos.
La mezcla de humor y fatalidad está bien combinada y ayuda a evitar que el libro deprima al lector.
Es de alabar también que el ocasional deus ex machina tenga una explicación coherente, dando a la novela una sensación más redonda y justificando el interés de ciertas deidades en el desarrollo de los acontecimientos.
El desarrollo de la narración va tomando un cariz más oscuro conforme vamos conociendo más el trasfondo de la historia. Y el final es un cliffhanger de manual, de esos que hacen que tengas que esperar con ansia la siguiente entrega, que según Kel Kade saldrá este mismo 2020. Sin embargo Shroud of Prophecy tendrá varias entregas y no se sabe si será trilogía o una serie más larga.
Creo importante resaltar que hemos leído el libro en distintos formatos, así que como apostilla final me gustaría decir que el narrador del audiolibro, Nick Podehl, rezuma optimismo y diversión, parece que ha disfrutado mucho con su trabajo y cambia la percepción del oyente del tono del libro.
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