Floating Hotel

La verdad, lo de cozy science fiction fue lo que me atrajo en primer lugar de Floating Hotel, porque sentía mucha curiosidad sobre cómo se iban a articular dos tendencias que parecen dispares (luego descubrí que también hay obras de cozy horror, lo que convierte las acrobacias mentales de la cozy science fiction en un paseo por el parque).

Floating Hotel es una novela coral, es un slice of life pero situado en una nave espacial que navega en una ruta circular por el sistema solar y ese es el componente de ciencia ficción. Por lo demás, se podría situar perfectamente en un crucero de lujo y la historia se podría mantener (más o menos) igual. Por lo tanto, cuando nos adentramos en esta novela, partimos de la base de que ciencia ficción tiene más bien poca, lo que no quita que sea una lectura agradable y simpática.

La plétora de personajes que habitan el Grand Abeona Hotel son el principal interés de la obra. Desde el manager que gestiona de manera impecable el hotel, habiendo aprendido el oficio desde pequeño pasando por los científicos que están allí de simposio, llegando a los espías que parecen medrar en sus habitaciones. Como novela con múltiples puntos de vista que es, al principio cuesta un poco seguir el hilo de lo que Grace Curtis nos tiene preparado, pero una vez que llegamos a la velocidad de crucero, no hay grandes escollos en nuestra ruta.

Como trasfondo, un malvado Imperio Galáctico (¿habrá alguna vez un Imperio Galáctico benevolente?) que nos acaba importando poco porque lo mejor son las historias de cada personaje. Es cierto que hay tantos que a veces algunos están mejor posicionados que otros, con una exposición más atractiva o simplemente un pasado mejor explicado, pero en general para tratarse de una novela de personajes, el equilibrio entre todos está bastante bien llevado. ¿Se podrían haber quitado algunos? Seguramente sí y hubiera habido un poco más de espacio para que los demás personajes pudieran dejarnos más huella.

La narración del audiolibro de Lauryn Allman es impecable, con una entonación sensual que se ajusta como anillo al dedo al tono de la novela, enhorabuena por este casting tan acertado. Es cierto que tuve un pequeño problema técnico con la reproducción del audiolibro, ya que el tanto por ciento de avance de la lectura estaba mal calculado, así que acabé el libro llegando al 110% del mismo, pero es un problema menor aunque curioso.

En definitiva se trata de una novela muy en la línea de las últimas publicaciones de Becky Chambers, como The Galaxy, and the Ground Within .

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