Creía que esta novela era la última entrega de la saga Take Them to the Stars de Sylvain Neuvel, pero el autor canadiense se deja el camino expedito para las continuaciones que estime oportunas.
Mientras que las dos primeras entregas se centraban más en la parte de exploración, espionaje y sobre todo en la carrera espacial, en esta tercera entrega Neuvel se decanta totalmente por el thriller. He de reconocer que le viene como anillo al dedo al estilo tan directo y dialogante con el que escribe el autor, parece una obra de teatro que se esté desarrollando ante nosotros. Si además lo aliña con un poco de nostalgia noventera, pues tenemos un cóctel perfecto para leer el libro en una o dos sentadas. Por desgracia, lo mismo que el disfrute de la obra es rápido, también es el olvido tras leerlo.
La protagonista del libro es Aster, la representante 102 de su raza en la Tierra, pero está más perdida que el barco del arroz al principio de la novela porque al contrario que las otras protagonistas de las obras anteriores no ha crecido con su madre, ni sabe cuál es su misión en la Tierra. Así que la primera parte del libro es Aster yendo de un sitio para otro sin tener muy claro qué hacer, pero huyendo de las autoridades que saben que hay algo extraño en ella. Es un poco road movie con adolescente muy lista pero muy inocente también. A partir del primer tercio de la novela el ambiente cambia y comienza a parecerse un poco, no mucho, a los volúmenes anteriores. Neuvel aliña el libro con escenas bastante violentas, pero lo cierto es que no las narra en toda su crudeza, rebajando el tono del relato.
Es un libro que tiene tensión, como una película de acción palomitera, tiene humor, como una película de acción palomitera y giros inesperados de guion, como una película de acción palomitera. Creo que ha quedado bastante claro qué te vas a encontrar cuando leas For the First Time, Again.