Kameron Hurley tiene una forma muy visceral de escribir, casi se podría decir que violenta, pero desde luego este estilo le viene como anillo al dedo a God’s War.
Lo más destacable de la novela es la ambientación. El escenario es un planeta colonizado por distintas sectas religiosas en constante guerra. Sus creencias son una adaptación del Islam, pero con percepciones distintas para cada cultura propia. Estas diferencias entre cada estado y las personas que los habitan dan lugar también a conflictos raciales. Todo ello aderezado con modificaciones genéticas que han dado lugar a cambiaformas, magos que controlan los insectos y un tráfico constante de órganos que recuerda a un puesto de casquería en la plaza del pueblo. La tecnología también es biológica y tanto los vehículos como las casas serían el paraíso de un entomólogo. Es un sistema bastante original y atractivo y creo que la autora ha planteado un mundo al que le puede sacar bastante provecho.
En este mundo tan violento seguiremos las peripecias de Nyx, una veterana de guerra que ejerce como cazarrecompensas junto con su equipo. Nyx ha ido al infierno y ha vuelto, y ese cinismo está destilado en cada una de sus acciones. Como personaje es muy atractivo e ir conociendo su pasado es uno de los alicientes de la novela. Da gusto ver a una protagonista femenina tan fuerte.
Por desgracia, la trama principal no acompaña mucho. Las persecuciones y búsquedas avanzan a trompicones y la “intriga” en ningún momento llega a ser tal, si no más bien una excusa para seguir hacia delante con la narración.
Otro aspecto que se podría destacar de God’s War aunque para nada sorprendentes viniendo de la autora, es el tratamiento de la sexualidad de los personajes. Nyx es abiertamente bisexual y esto provoca distintas reacciones entre sus compañeros, desde la indiferencia al rechazo, pero no tiene por qué afectar a su comportamiento. Es un libro que explora las relaciones entre los distintos sexos siguiendo las cortapisas de las religiones imperantes, lo que da lugar a conflictos llamativos.