En esta segunda entrega de Obsidian and Blood de mi admirada Aliette de Bodard seguimos con las andanzas de Acatl, el Alto prelado de los muertos al que conocimos en “Servant of the Underworld”.
Los segundos libros de las trilogías siempre presentan problemas. Si asimilamos la estructura de inicio, desarrollo y desenlace con cada una de las entregas, este libro debería ser donde se profundice en la historia de Acatl y del imperio Mexica. Mi impresión es que no se debe leer de forma independiente ya que hay menciones a lo sucedido en “Servant of the Underworld” y se van añadiendo detalles a los personajes que conocimos antes.
Se notan algunos cambios con respecto al primer libro, por ejemplo, la escasa (casi testimonial) presencia de la familia del protagonista y las mayores explicaciones sobre el panteón de dioses de nombres impronunciables, algo que se agradece mucho porque es interesantísimo.
Lo que no varía son las intrigas palaciegas en las que se ve envuelto Acatl. Está en juego la sucesión del máximo mandatario del Imperio y ante semejante premio, pocos están dispuestos a echarse atrás, aunque lo que esté en peligro sea la propia existencia del mundo, acechado por los demonios de las estrellas, que vigilan anhelantes las debilidades del mundo para celebrar un festín con los humanos que caigan en sus garras.
El propio Acatl se ve cambiando, ya que tiene que aprender a ceder en sus rígidas prioridades para llegar a un consenso en el que todos ganan y todos pierden. La estrella ascendente de Teomitl podría por momentos llegar a ensombrecer al Alto prelado, pero Aliette maneja los personajes con maestría para dejar a cada uno en su lugar.
La prosa, como no podría ser de otra manera con esta autora, está cuidada al extremo, parece que cada palabra se ha seleccionado para encajar en el tapiz que forman las frases.
Aunque la resolución del libro me parece un poco “tramposa” y le falta algo que no sabría definir muy bien para alcanzar el nivel del anterior, es un libro muy recomendable. Y no habrá de pasar mucho tiempo hasta que lea el siguiente, “Master of the House of Darts”.
NOTA: Os recomiendo encarecidamente la lectura de la traducción que Marcheto ha hecho en Cuentos para Algernon (nominado a los Ignotus) de la introducción al “Universo de Xuya” en el que se encuadran estos libros. Hará que los disfrutéis mucho más.