Al parecer Kevin Hearne es el autor de una saga de fantasía urbana bastante popular, Iron Druid Chronicles, de la que esta novela es un spin-off. Como no conozco la saga anteriormente citada, pensé que esta sería una buena oportunidad para conocer la obra de Hearne y ver si adentrarme en la otra serie de novelas.
Lo cierto es que la fantasía urbana tiene esa parte palomitera y un tanto frenética que la hace apta para un consumo poco reflexivo, que te entretiene mientras lo estás leyendo pero que luego no te deja mucho poso. Quizá es una reflexión un tanto simplista, pero es justamente lo que me ha pasado con Ink & Sigil.
El protagonista en esta ocasión es Al MacBharrais, un sigil agent, un intermediario entre el mundo mágico y el humano especializado en la creación de runas y contratos mágicos para regular la presencia de lo feérico en este plano de existencia. La premisa es muy atractiva, y el personaje en sí no te dejará indiferente, sobre todo cuando empecemos a conocer su historia. Al está maldito, y no puede hablar durante mucho tiempo con nadie ya que provoca el odio en las personas con las que se relaciona. Con la tecnología moderna ha encontrado la forma de soslayar su maldición, pero no sin antes haber perdido a su familia y amigos. Es curioso cómo el autor diferencia las comunicaciones de Al con su marcado acento escocés cuando habla y las diferencias con los momentos en los que se comunica a través de una app que convierte texto en voz, con acento inglés. Se juega mucho con estas particularidades idiomáticas, algo que quizá a mí me pasa algo desapercibido ya que bastante tengo con entender la novela en inglés como para diferenciar el origen de cada palabra y su pronunciación, imagino que un lector nativo podrá apreciar estas sutilezas mejor que yo.
En cuanto a la narración, se trata de una trama de investigación de una red de trata de seres mágicos, orquestada por el ayudante de Al, muerto por accidente. Pero si tenemos en cuenta que es el séptimo ayudante que muere por accidente, lo mismo hay que ponerse a pensar que hay algo más detrás.
Es divertida la forma en que el autor mezcla el mundo actual con la magia y el folclore (principalmente irlandés), pero el asunto de la investigación avanza un poco a trompicones, más por las casualidades que por el mérito del protagonista. Los personajes secundarios cumplen su papel cómico o violento según va llegando el momento e incluso hay un cameo personajes de la otra saga, como no podía ser menos. No obstante, es un libro perfectamente válido por sí mismo, que hace una presentación del mundo muy correcta sin necesidad de apoyarse en las demás novelas y eso es meritorio y muy acertado para crear una nueva puerta de entrada a la saga. Es posible que haya habido referencias que se me hayan pasado por alto por mi desconocimiento, pero en ningún momento me he encontrado perdida en la lectura.
Ink & Sigil es un buen comienzo para una nueva saga, un libro que entretiene y despierta tu curiosidad, que no pasará a los anales de la literatura pero es que tampoco lo pretendía.