Me resulta difícil enmarcar este libro en un género determinado, pues aunque en un principio pensé que era fantasía por la colección en la que se publica y por contar la historia de un reino que nunca existió, en realidad se podría clasificar como novela de fantasía histórica.
El autor Caleb Carr es historiador militar, y no pierde oportunidad de hacernos ver sus extensos conocimientos en este campo a lo largo de todo el libro. La abundancia de información llega hasta límites insospechados, como esas más de doscientas notas al pie de página que utiliza y que resultan claramente desproporcionadas.
El manuscrito que cuenta “La leyenda de Broken” cae en primer lugar en manos del historiador Edward Gibbon, que lo remite por carta a su colega Edmund Burke. Este procedimiento de legitimación de la historia de Broken recuerda al utilizado por Umberto Eco en “El nombre de la rosa”, pero con menos éxito.
El núcleo del relato es la existencia del reino de Broken, un lugar perdido en las montañas alemanas en el que se lleva a cabo una estricta política de selección humana. Cualquier descendiente con alguna tara física o psíquica es desterrado de la ciudad tallada en la montaña y enviado al exilio con los Bane, un pueblo formado con los defectuosos de Broken. La tensión entre ambos pueblos no para de crecer, ya que responden a los ultrajes del enemigo con nuevos ataques más exacerbados.
Sin embargo, ninguno de estos enfrentamientos es importante en comparación con lo que se avecina, una plaga de grandes proporciones que pondrá en peligro la forma de vida de toda la región.
El ritmo es lento y por momentos se hace exasperante, además el autor gusta de regodearse en los orígenes etimológicos de los nombres de los personajes, algo que no aporta nada a la narración y que ralentiza el ritmo de la historia.
Lo peor de todo es que a pesar de la longitud del libro (estamos hablando de casi 900 páginas en español) al final te da la impresión de que la parte que podría ser más interesante queda sin explicar.
“La leyenda de Broken” es un libro muy largo al que hay que acercarse sabiendo lo que hay. No esperéis encontrar aquí magia o héroes, más bien lo contrario. Todo lo que ocurre tiene una explicación más o menos racional y por momentos te parece estar leyendo un thriller médico de Robin Cook, cosa que no tiene por qué estar mal, si es eso lo que buscas.
Muy mala reseña.
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