Último día para mí en esta convención que tantos buenos ratos me está brindando y que tan agotadora me está resultando.
La primera mesa redonda a la que hemos asistido ha sido sobre distopía juvenil, con la presencia de Cat Valente, quizá la ponente más conocida, que ha dicho grandes frases como que el canibalismo está bien visto en la YA (young adult) pero no así las frases complicadas.
La afluencia de público ha sido menor que ayer, pero aún así ha habido algunos paneles que me parecían realmente interesantes pero a los que no he podido acceder ya que se ha completado el aforo.
Uno de los momentos cumbres de toda la convención ha sido la brevísima conversación que hemos podido mantener con Robert Silverberg. Tener delante a todo un gran maestro de la ciencia ficción no es algo que ocurra todos los días y aunque tiene fama de serio con nosotros fue todo amabilidad.
Casi por casualidad acudimos a uno de los paneles que más me han gustado, sobre ciencia ficción árabe, otro mundo totalmente desconocido y muy distinto al nuestro que poco a poco está abriendo sus fronteras. Gracias a Cheryl Morgan por recomendárnoslo.
Hablando de Cheryl Morgan, también estuvimos hablando con esta gran luchadora de la ciencia ficción. No quiso revelarnos nada sobre sus futuros planes, pero no cabe duda de que serán apasionantes.
El panel sobre los detectives resultó algo decepcionante a pesar de contar con la presencia de Adam Christopher y Peter F. Hamilton, quizá porque no le dieron la orientación hacia la ciencia ficción que todos esperábamos.
La última mesa redonda a la que acudí fue Fandom at the speed of though donde tuve el privilegio de participar junto a blogueros de renombre. Debido a la hora de programación del panel apenas tuvo público, lo que no tiene por qué ser un inconveniente.
Tras esto, fuimos a ver la ceremonia de los Hugo que como cualquier entrega de premios fue una extraña mezcla de emoción y aburrimiento. Mi mayor decepción fue que no ganara Aliette de Bodard, que estoy convencida que merecía el premio, pero por lo general los ganadores fueron los esperados. Ya habrá tiempo de analizar las estadísticas, pero es una pena por ejemplo que The shining girls no fuera nominada por tan solo dos votos.
En resumen, la Loncon ha sido una muy grata experiencia, pero lo mejor ha sido el ambiente de cordialidad que se respiraba y la amabilidad de los autores.