Es un poco triste decir que lo mejor de un libro es su título, pero me temo que nos encontramos ante un claro ejemplo.
Mage Against the Machine ha sido definido como Harry Potter mezclado con Terminator, pero más quisiera Shaun Barger haber escrito algo tan ingenioso como el título de la obra en el contenido.
El autor nos expone dos historias separadas, aunque condenadas a encontrarse. Por un lado, un mundo de magos que vive aislado del exterior porque se supone que tras las fronteras y los sellos protectores hay un erial radiactivo provocado por una guerra mundial atómica en 2020 (todavía estamos a tiempo para esto, queda la mitad del año). Por otro lado, tenemos un mundo dominado por las IAs que permite la vida de los humanos por el tenso status quo que causan la presencia de las colonias humanas extraterrestres y sus armas apuntando a la Tierra en caso de genocidio por parte de las máquinas. Podría parecer interesante planteado así, pero la ejecución y sobre todo los personajes dejan mucho que desear.
En la parte mágica del mundo seguiremos los pasos de Nikolai, un joven mago bastante poderoso pero al que le faltan seis papas en el kilo de madurez. Verlo patrullar con sus zapatillas de deporte basadas en las del siglo XX porque él lo vale (las regulaciones, para los demás, por favor) y en general sus actos infantiles cuando vuelve a su pueblo harían hervir la sangre a la persona más paciente del mundo. “Soy un gran mago pero mi novia me dejó por la estrella del deporte del insitituto y entonces me enrolé por despecho” es una motivación bastante pueril, como es el personaje en sí.
En la parte dominada por las máquinas, tenemos a Jem, miembro de la resistencia con implantes de alta capacidad que utiliza para llevar a cabo misiones de acompañamiento de refugiados, transporte de información sensible… Esta parte podría parecer más interesante, pero el uso y abuso de Barger de la realidad virtual como herramienta de tortura, de formación, de chantaje y de todo lo que se le ocurre, hace que también me haya acabado cansando de esta navaja suiza virtual.
Llega un momento en que Nikolai acaba atravesando el velo, también por cabezonería y entonces descubrirá (¡oh, sorpresa!) que la población lleva engañada desde hace un siglo. Y se aliará con Jem para algo, no sabemos exactamente el qué porque las acciones que llevan a cabo a continuación no es que sea erráticas, es que tienen más variabilidad y azar que jugar a la ruleta. Un despropósito.
Podría seguir hablando sobre los agujeros de la trama o las incongruencias de la historia, pero creo que ya ha quedado bastante claro que el libro es insufrible.
Jo, pues vaya chasco, por que por el título lo había apuntado (he consultado el word de mi lista en inglés al entrar), pero ha recibido un borrado rápido. Una pena.
Bórralo incluso de tu memoria.
A mí sí me gustaría que ahondaras en esos agujeros de trama, me recomendaron esta historia y sigo teniendo dudas respecto a si debería darle una oportunidad o no. La verdad es que tengo cierto gusto por las novelas extrañas. Además de que me gusta ver como otros destrozan a las que son realmente malas, jajaja.
Al menos considéralo para otro post. 😉
No me gustaría entrar en el terreno del spoiler, pero cuando muchas soluciones se basan en los Deus ex machina ya me cuesta trabajo seguir leyendo. Y en este caso, por ejemplo, castigan al mago de forma “ejemplar” con una mutilación que luego casualmente es la que le sirve para resolver otro problema. Cosas así.