Había pasado mucho tiempo desde que leí “Astrophilia” de Carrie Vaughn y Martians Abroad me pareció una buena oportunidad para volver a la creadora de Kitty Norville.
Martians Abroad es una historia con un marcado tinte juvenil. En consecuencia, durante la lectura no nos encontramos con sorprendente giros dramáticos ni con revelaciones apabullantes, si no con una historia bastante típica pero escrita con oficio y con cierto tono aleccionador.
La humanidad ha colonizado el sistema solar y es capaz de vivir en colonias en la Luna, en Marte y en algunas estaciones orbitales, pero el núcleo de poder sigue residiendo en la Tierra. En este contexto, la máxima mandataria de la colonia marciana manda a sus dos hijos mellizos a una exclusiva academia en la Tierra, donde ningún marciano ha ido antes.
El resto de la narración es la típica y tópica historia de adaptación al instituto americano, con sus intentos de bullying, su baile de promoción correspondiente, sus clases sobre materias más o menos asequibles y alguna que otra excursión campestre. Todo muy visto. La diferencia principal es que los “inadaptados” de turno están acostumbrados a una gravedad inferior y por lo tanto el simple hecho de correr les supone un gran esfuerzo que no se arregla con Ventolín.
Tanto el desarrollo como la finalización del relato son excesivamente predecibles. Puede estar indicado para un grupo de audiencia al que no pertenezco, porque para mí se queda muy corto.
No es que no me parezca interesante, pero si que es bastante manido el argumento excepto ese tema de la gravedad, claro. Yo lo dejaré pasar en esta ocasión 🙂
Uno menos para la lista. Solo quedan infinitos.