Millas y millas de musgo dorado

 This is a story about being born.

(Thirteen Ways of Looking at Space/Time — The Melancholy of Mechagirl)

 

Bethany Thomas nacía un sábado cinco de mayo en la costera y musical ciudad de Seattle. Allí creció y, suponemos, adquirió el gusto por la lectura. Se especializó años después en Griego Antiguo, vivió en Japón, trabajó de vidente, de camarera, de actriz. En algún momento optó por dedicarse a la escritura y por vivir en Maine con su marido de ascendencia rusa —ambas cosas no sucedieron necesariamente a la vez. De su pluma fecunda han brotado una docena de novelas e innumerables relatos y poemas, recogidos en las mejores antologías del género. Si los cálculos no me fallan, tiene treinta y cuatro años. En el mundo del libro se la conoce por su pseudónimo: Catherynne M. Valente.

In the beginning was the Word and the Word was with God and the Word was a high-density pre-baryogenesis singularity.

(Thirteen Ways of Looking at Space/Time — The Melancholy of Mechagirl)

 

Si hubiera que declarar la particularidad más distintiva de los trabajos de Valente, ésta sería su exuberante, arrolladora y llamativa escritura. Pese a que con el tiempo ha derivado hacia la prosa, sus primeros pasos literarios transitaron por el exigente campo de la poesía. Sus frases mantienen el vigor vibrante del verso: sabemos, sólo con verlo, que nos encontramos ante un texto de Valente.

In a city by the sea which was once called St. Petersburg, then Petrograd, then Leningrad, then, much later, St. Petersburg again, there stood a long, thin house on a long, thin street. By a long, thin window, a child in a pale blue dress and pale green slippers waited for a bird to marry her.

(Deathless)

Catherynne M. Valente
Catherynne M. Valente

 

Esta confluencia feliz entre la exploración verbal del poeta y la necesidad narrativa del relatista no siempre se encuentra en equilibrio en la obra de Valente: la estadounidense suele decantar la balanza por el acento poético. Este sesgo a veces no tiene buena acogida en una comunidad (mal) acostumbrada a que la prosa sea la sustancia blanda e inerte que rodea a las ideas. Pese a ello, es innegable que en ocasiones sus detractores tienen razón.

I ate the severed halves of a Compass Rose seven-hundred-and- negative-eight miles back, covering the yellow red meat with lime skins and choking it down. Now it isWithin. So I could not say northwest or south, only the veil-fire that way and the moon-forest this way, this turn or that turn, round the oleander Wall rippling underwater or over the mandrake Wall salivating on my hand as I execute a three-quarters pike half-caffeinated flip over its thick shoulders.

(Labyrinth)

 

Tras su intoxicante prosa, la peculiaridad que más la distingue es su pasión por la estructura, su búsqueda de la arquitectura perfecta, del mejor de los armazones posibles.

FIGHT THE COMMUNIST THREAT IN YOUR OWN BACKYARD!

ZOOM IN on a bright-eyed Betty in a crisp green dress, maybe pick up the shade of the spinach in the lower left frame. [Note to Art Dept: Good morning, Stone! Try to stay awake through the next meeting, please. I think we can get more patriotic with the dress. Star-Spangled Sweetheart, steamset hair the color of good American corn, that sort of thing. Stick to a red, white, and blue palette.]

(Fade to White — The Melancholy of Mechagirl)

 

En sus primeras novelas (Yume no Hon: The Book of Dreams, Labyrinth y The Grass-Cutting Sword) ya se aprecian sus principales inquietudes: la obsesión por Japón, por las tramas más ligeras que compactas, por la prosa más florida que precisa, por las mitologías que confunde, roba y adapta para sus historias. Medio en broma, Valente acuñó el término mythpunk para definir su estilo.

Buenos Aires, (which others call a novel), is seven hundred and forty pages long, with six pages of endnotes. From any of the streets one can see, interminably, the first and last chapters, repeating endlessly. The distribution of districts is invariable.

(Reading Borges in Buenos Aires — Ventriloquism)

 

Con su siguiente trabajo, In the Night Garden, una colección de historias al estilo de Las mil y una noches que continuó después con In the Cities of Coin of Spice, Valente comenzó a cosechar premios y nominaciones (ganó el Mythopoeic y estuvo nominada para el James Tiptree Jr. y el World Fantasy). Su siguiente novela, Palimpsest, ganó el Lambda y fue candidata para el Hugo y Locus.

My parents never worried for employment. They were poisoners, the best of their breed, and when they had a son, they called him Bryony, after the black herb that makes the palms itch until the owner claws them to gleaming ribbons. They resolver that I would be a prodigy among poisoners, and set about my training as soon as I entered the world.

(The poisoner’s Tale – In the Cities of Coin and Spice)

 

De esa forma arranca su bipolar carrera con los premios. Sus trabajos, excesivos, exigentes y elegantes, poseen una calidad incontestable. En ley por tanto que acaparen gran número de nominaciones en los certámenes mayores: Hugo, Locus, Nebula, World Fantasy. Sin embargo, a la hora de la verdad, ante el voto final, los lectores suelen optar por otros candidatos. Así, el único Hugo de sus vitrinas lo recibió por SF Squeecast, su podcast, y no por sus escritos.

 Human hearts are the only thing that slow entropy—but you have to cut them out first.

(Thirteen Ways of Looking at Space/Time — The Melancholy of Mechagirl)

 

Para la historia de su siguiente novela después de Palimpsest hay que remontarse a 2008, a un proyecto denominado Omikuji (lotería secreta). Valente se adelantó con mucho al boom del crowdfunding con esta singular iniciativa de financiación, impulsada antes por la carestía económica que por una delicada propuesta para conectar con sus lectores. Los subscriptores de Omikuji recibían cada mes un texto inédito de Valente (un poema, un relato, un fragmento de novela), impreso en papel de calidad y firmado por la autora. Quizá inspirada por el éxito de ese proyecto (que siguió funcionando hasta 2013), la escritora se animó a lanzar en 2009 una campaña con la que financiar The Girl Who Circumnavigated Fairyland In a Ship of Her Own Making. Esta novela juvenil por capítulos —a la que se alude dentro de Palimpsest— se publicó inicialmente en la red y se convirtió en la primera novela digital en ganar un premio de primer orden, el Andre Norton. Después, con su trasvase al papel, el libro escaló hasta las primeras posiciones de la lista de más vendidos del NYT.

 

Let’s us rob ourselves a bank. Easiest money this side of lying on your back, she says. When a vault busts open it’s like you bust, too. That sweet. That good.

(Six-Gun Snow White)

 

The Girl Who...
The Girl Who…

 

The Girl Who Circumnavigated Fairyland In a Ship of Her Own Making fue el primer gran éxito de Valente, quien ha seguido explorando el mismo universo en novelas posteriores. De hecho, desde entonces no ha vuelto a salir al ruedo de la novela con nada que no sea young adult, quizá asumiendo, como otros muchos escritores, que quienes más libros compran suelen ser los jóvenes, quienes toleran además los textos más intensos y pueden dedicarles el esfuerzo necesario al no estar asfixiados todavía por la rutina y las demandas de la vida adulta.

 

When she was a child, she thought a door was open which was not, and ran full-tilt into a pane of plate glass. The child version of the science fiction writer lay bleeding onto a concrete patio, not yet knowing that part of of thigh was gone and would always be gone…

(Thirteen Ways of Looking at Space/Time — The Melancholy of Mechagirl)

 

Es posible seguir los pasos de esta escritora gracias a su actividad en las redes sociales (@catvalente) y a las noticias que cuelga periódicamente en su blog. En la actualidad, Valente sufre del síndrome del túnel carpiano, lo que le obliga a trabajar despacio. Su próxima novela adulta, Radiance, será publicada por Tor y verá la luz en 2105.

Welcome, Aspiring Potentates!

We are tremendously gratified at your interest in our little red project, and pleased that you recognize the potential growth opportunities inherent in whole-planet domination.

(How To Become a Mars Overlord — Ventiloquism)

 

Silently and Very Fast
Silently and Very Fast

Mientras llega Radiance, queda tiempo de leer parte de su abultada colección de trabajos. Para los no iniciados quizá Ventriloquism, su segunda colección de relatos, sea un buen libro para adentrarse en su universo. Silently & Very Fast es una novela corta fascinante pero quizá demasiado compleja como primera lectura. A quienes prefieran novela les propondría primero Palimpsest o Deathless si son adultos —aunque Deathless tiene cierto tinte juvenil. Para los interesados en el YA, sugiero The Girl Who Circumnavigated Fairyland in a Ship of Her Own Making, también disponible en castellano.

 

By the time a lady reaches the grand, golden evening of her life, she has accumulated a great number of things.

(The Girl Who Circumnavigated Fairyland in a Ship or Her Own Making)

 

Nadie es capaz de anticipar algo así, pero la intuición me dice que Catherynne M. Valente será una de las grandes escritoras de género de nuestro tiempo. Queda un largo recorrido para que la piedra pulida deje paso al diamante, pero conviene recordar que Bethany cumplirá 35 años el mes que viene y que no ha pasado una década desde que de su primera novela viera la luz. Valente no sólo tiene juventud, inteligencia y una técnica abrumadora, sino que, cuando se lo propone, es insuperablemente sensible y humana.

 

The science fiction writer left her husband slowly. The performance took ten years. In the worst of it, she felt that she had begun the process of leaving him on the day they met.

(Thirteen Ways of Looking at Space/Time — The Melancholy of Mechagirl)

 

 

Lev Grossman ha dicho de Valente que es la Bradbury de su generación. Yo prefiero no establecer paralelismos con otros escritores. Yo considero, jugando con Auden, que sus libros están compuestos de millas y millas de musgo dorado. Yo me limito a llamarla La Reina.

 

2 respuestas a «Millas y millas de musgo dorado»

    1. Me gusta, es buena y me gusta. No todo me gusta por igual y no todo es igual de bueno. Me parece que con el tiempo va aplacando un poco su potencia verbal y sumando esfuerzos a la causa narrativa, y creo que eso es excelente. Pero dado que en distancia larga hace mucho que no publica nada salvo YA y eso no me interesa en exceso, sólo puedo juzgar por relatos breves. Veremos qué tal la novela del año que viene.
      Un abrazo.

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