Dicen que lo bueno, si breve, dos veces bueno y en este libro se ve que John Scalzi ha aplicado esta máxima a lo largo de su carrera. Es muy difícil conjugar humor y ciencia ficción (acordaos de Willful Child, bueno, mejor no os acordéis) pero en esta serie de pequeñas historias lo consigue plenamente.
Del mismo modo que Redshirts se convertía en una broma pesada debido a su longitud, aquí la chispa humorística consigue mantenerse encendida hasta concatenar carcajada tras carcajada.
No existe un hilo conductor que aúne las historias contenidas en este corto volumen, pero sí que aparecen temas recurrentes en el californiano. En vez de ciencia ficción de primer encuentro, se explaya en las contradicciones en que pueden incurrir las distintas culturas alienígenas en la convivencia más habitual, siempre desde el punto de vista humano. ¿Por qué este bola de pelo alienígena me chilla cuando me da la razón? ¿Estará mutando este ser o simplemente tiene un problema de acné?
Se nota que Scalzi se curtió como escritor de columnas en diversos medios, puliendo así la inmediatez que una carrera periodística reclama, pero aplicándola a la ficción.
Otro de esos temas que se repiten es la posible relación de la humanidad con una inteligencia artificial. ¿Nos destruirían o se aliarían con nosotros? ¿Y si nuestros electrodomésticos pudieran hablar sobre nuestras costumbres?
El autor estadounidense, bastante activo en twitter, también nos regala algunas obras de microficción en las que utilizó esta plataforma como medio. Especialmente graciosas son las dos que desarrolló mientras se aburría en un viaje en avión. A lo Brandon Sanderson, pero en versión corta.
Algunas veces se dice: “este libro me lo acabé en dos sentadas”. En esta ocasión sería una falsedad, porque me lo acabé en una.
Me lo anoto en la wishlist, que creo que me viene perfecto para mis mini lecturas en inglés, y mejor si es cargado de risas. Un abrazo^^
Creo que cumplirá tus expectativas.