Le tenía algo perdida la pista a Tim Powers, pero cuando vi que en My Brother’s Keeper volvía a la “historia secreta”, un subgénero en el que creo que se encuadran sus mejores obras, no lo iba a dejar escapar.
Partiendo de la base de que no conozco la vida de las hermanas Brontë, pero sí algo de su obra, pensé que el punto de partida era muy bueno al iniciar la lectura. Y no se puede negar que el autor de Buffalo ha llevado a cabo una exhaustiva labor de investigación para aprovechar los sucesos que se conocen de la familia y explicarlos con un toque sobrenatural, pero quizá el propio desarrollo de su vida, prácticamente recluidas en su casa, hace que los escenarios y algunas de las situaciones se tornen repetitivas.
También resulta un cambio interesante que el enemigo al que se enfrentan en esta ocasión los protagonistas de la historia no sean lamias o vampiros, como en muchas otras obras del autor ( Hide Me Among the Graves sin tener que remontarnos mucho) si no hombres lobo. Aunque al final no tiene tanta importancia el oponente, más bien nos atrae la forma de enfrentarse a él y los sacrificios que habrán de llevar a cabo para librar a la tierra de su yugo.
El personaje de Branwell, el hermano menos conocido de las Brontë, resulta insoportable. Es cargante, obsesionado consigo mismo, egoísta y toda otra serie de epítetos, el causante de gran parte de los males que asolarán a su familia. No obstante, Powers refleja muy bien lo que es el amor fraternal mostrando los extremos a los que es capaz de llegar Emily para salvar su alma, ya que su cuerpo poca salvación tenía ya.
La coherencia y la lógica interna del libro requiere de la complicidad del lector, ya que el escritor estadounidense aúna tradiciones paganas con ritos cristianos y protestantes, sobre todo haciendo uso de esa sabiduría popular que protege del mal de ojo y de los espíritus fantasmales, deviniendo en una serie de rituales cotidianos de los que no se habla, pero que nadie se salta.
En general, My Brother’s Keeper no alcanza el nivel de las mejores obras de Powers, siendo menos ambiciosa y redonda, pero no deja de ser una novela escrito con oficio y entretenida.