Escribo esta reseña con sentimientos encontrados. Me parece que la ambientación de Nos mienten, en ese Madrid abocado a la destrucción está muy conseguida. Las escenas de acción están bastante conseguidas y he leído el libro en dos sentadas, lo que da idea de lo entretenido que es.
Situado en un futuro cercano, el escenario en el que se desarrolla la novela resulta terrorífico, por lo verosímil. Las clases medias de la sociedad han desaparecido, las hipotecas han asfixiado a miles de familias que malviven entre los escombros. Los pocos que aún tienen empleo se sienten privilegiados, aún cuando todo es un espejismo, ya que trabajan hasta la extenuación para el beneficio de las dinastías que controlan el mundo. De un plumazo se puede perder todo lo conseguido. En este aspecto la crítica social aparece casi en cada párrafo, parece escrito ex profeso para remover conciencias y abrirnos los ojos.
Sin embargo, la última obra de Eduardo Vaquerizo también tiene defectos. La mayoría de las ideas que aparecen pecan de falta de originalidad (el transfondo de la historia recuerda poderosamente a un relato de Greg Egan) y esto lastra la narración, ya que los giros de guión a veces se ven venir.
Mi principal problema con Nos mienten, no obstante, es gramático. Y es que el texto tiene muchos, muchísimos laísmos y a mí en particular me sacan de la lectura. Creo que una corrección más exhaustiva le hubiera sentado muy bien a la novela.
Me gusta la idea de que la protagonista sea una mujer, que pueda tomar sus propias decisiones y aceptar las consecuencias. No me siento identificada con ella, pero puedo entender algunas de sus acciones, no como actos copiados de una contrapartida masculina, si no como elecciones propias.
En definitiva, me alegro de haber leído esta obra y solo me queda preguntarle a Eduardo: ¿para cuándo la siguiente?
Hola.
Al hilo del contenido: ¿has leído Soguetto? Al menos, ¿tienes conocimiento de su existencia?
Saludos.
No, no lo conozco.