Me da la impresión de que está pasando bastante desapercibida esta estupenda saga de ciencia ficción, que aúna de forma totalmente armoniosa humanos aumentados, inteligencias artificiales y una prosa exigente pero muy bella.
En esta quinta entrega de la serie, Benjanun se centra en la pareja formada por Anoushka y Numadesi, como máxima autoridad de la Armada Alabastro. Ya conocíamos su relación de otras entregas anteriores, pero la autora se permite ahora profundizar en sus raíces y en las consecuencias de la ayuda que recibió en su ascenso vertiginoso desde el más completo anonimato.
La presencia de las inteligencias artificiales que comienza siendo testimonial en la novela va tomando más protagonismo conforme se desenreda el complejo entramado de traiciones y suplantaciones del que Anoushka parece ser el principal objetivo.
Las primeras entregas del Machine Mandate se podían leer de forma más o menos independiente, pero ahora es una necesidad imperiosa conocer todo lo que ha ocurrido con anterioridad para poder seguir el hilo de la narración y captar todas las referencias, desde el vientre del leviatán a lo que pasó con la otra esposa de Anoushka, pasando por las necesidades de los haruspex (híbridos entre humano e IA).
El detonante de todo el conflicto es la necesidad de las Inteligencias Artificiales de evolucionar y el impedimento que su propia arquitectura les supone a la hora de incrementar su poder computacional. La necesidad de cambio, algo intrínseco en el ser humano pero que los algoritmos no pueden emular.
En el aspecto formal, Sriduangkaew continúa con una elección exquisita de las palabras y de las frases que visten la historia de una belleza apabullante. Las referencias a la mitología asiática tampoco se dejan de lado en la nomenclatura de las Inteligencias Artificiales, casi como un guiño a los nombres de las mentes de Iain M. Banks.
Además, si estáis interesados en la tendencia actual que se podría denominar “Lesbianas en el espacio”, que quizá surgió a raíz de The Stars are Legion de Kameron Hurley, lo cierto es que Benjanun se puede considerar casi una precursora de este nicho de mercado.
Si no he conseguido convenceros con mis argumentos, también me gustaría mencioar que la primera entrega de la saga And Shall Machines Surrender, de hecho está recomendada por Mariano Villarreal en su recopilación de libros en busca de traducción.